Por fuera aparenta lo que es, un contenedor idéntico a los cientos estacionados en el recinto de Termavi en Guixar, mientras que su interior se transformó en aula de formación dotada de un ingenio espectacular, un simulador de funcionamiento de las principales máquinas empleadas en la manipulación de los depósitos metálicos: grúa móvil, "reachstacker" y "transtainer".

De formato parecido al utilizado por los pilotos de la F1 o los de aviación para adiestrarse en los nuevos modelos de aeronaves y en maniobras de riesgo, algunas personas que estos días entraron en el simulador-contenedor guardado en el nave de Transglobal -filial, al igual que Termavi, de Grupo Davila- coincidieron en la "increíble experiencia" que vivieron. La que empezaron a sentir cuando apagadas las luces suena el ruido de la terminal que, como todo en esta cabina, tampoco es real pero lo parece, y mucho.

A partir de ese momento, quien se encuentra sentado en la butaca tiene en sus manos dos joysticks rodeados de botones. Desde esta posición enormes pantallas situadas frente al asiento, bajo sus pies y lateralmente recrean con asombrosa fidelidad lo que puede ver un profesional gruista cada día. Pero la verdadera tensión surge al intentar enganchar un contenedor, moverlo o avanzar hacia el buque. Tal concentración requieren estos ejercicios que veinte minutos practicándolos hacen olvidar la realidad, que no estás a más de 60 metros de altura ni hay riesgo de que se desprenda el TEU ni que lo embistas contra el barco.

"Es una simulación integral en todos los aspectos, como movimiento, sonido, visión y ruido. Hay otros simuladores pero son bastante más estáticos, más del tipo, para que la gente lo entienda, de una consola del Play Station", resume José Manuel Raimúndez. El consejero delegado de Termavi señala el secreto, donde reside la gran innovación de esta cabina frente a otras del mercado: "El uso de la tecnología inmersiva".

Con este nombre se identifica la tecnología que combina la realidad virtual con la aumentada para lograr objetivos determinados en procesos industriales. Para aplicarla en labores portuarias, Transglobal y Paceco -el fabricante español de grúas- ficharon al equipo de la Universidad Politécnica de Valencia especializado en esta modalidad tecnológica que ya desarrolló simuladores para la Fórmula 1.

Hace tres años que los analistas valencianos se pusieron a estudiar todos los aspectos de la actividad relacionada con la manipulación de contenedores. Ruidos, movimientos, contratiempos y hasta los diferentes escenarios meteorológicos. El resultado de esta concienzuda investigación se traduce en la recreación de hasta 300 ejercicios, 100 por cada máquina.

En principio los socios en este proyecto pensaban usar el simulador solo en la formación de los operadores de aquellas terminales que adquirieran las grúas Paceco. "Pero ahora lo vamos a usar en mejorar la cualificación de nuestra propia gente que trabaja en las grúas para darles horas de formación en máquinas sin necesidad de emplear las reales, que no siempre están disponibles y así también te evitas el riesgo de accidentes o de provocar averías en equipos que cuestan ocho millones de euros", razona el directivo de Termavi.

Traslado adonde lo demanden

Para Grupo Davila, el simulador supone un "salto cualitativo" en el área de negocio que ya explotaba con la formación. En un local ubicado en el edificio del PIF, Termavi imparte cursos en el manejo de su sistema de gestión de la terminal, otra criatura surgida de la innovación que convierte al recinto vigués en modélico en cuanto a optimización de espacios y automatización de movimientos. Por esa aula ya pasaron trabajadores de importantes terminales españolas y extranjeras, desde Las Palmas hasta de Curaçao o Rumania. Pero a partir de ahora, los interesados en formarse como gruistas podrían ahorrarse el viaje hasta Vigo. Al ubicarse dentro de un contenedor el simulador se trasladará por barco a cualquier terminal que lo demande con la única compañía del formador.

Aparte de la sofisticada cabina, en el resto del espacio interior del contenedor hay cinco mesas con sus respectivos ordenadores destinadas a la formación general sobre el funcionamiento de una terminal de contenedores. Este es precisamente el enfoque de un curso que se celebrará muy pronto. Ideado por Termavi en colaboración con la Autoridad Portuaria, se enmarca dentro de las acciones de Crecimiento Azul ( Blue Growth).