Los hospitales manejan a diario medicamentos de alto riesgo para profesionales y pacientes, sin embargo, no existen protocolos estandarizados que minimicen los peligros. Ingenieros del centro AtlanTTIC del campus trabajan en la puesta a punto de una herramienta informática que garantice de forma automática el control de estos preparados desde que salen de la farmacia hasta su administración y posterior destrucción como desecho. El novedoso sistema, que facilitará el uso a domicilio de estas terapias, se desarrolla en el marco de un proyecto financiado por el Instituto de Salud Carlos III en el que también participan médicos e investigadores del Hospital General de Alicante y la Universidad Miguel Hernández de Elche.
Los fármacos peligrosos se dividen en tres categorías, siendo los antineoplásicos, los que se utilizan en tratamientos contra el cáncer, los que implican mayores riesgos para la salud. A falta de protocolos universales, cada centro sanitario desarrolla los suyos, pero la idea es establecer procesos que puedan replicarse en cualquier parte del mundo y ser controlados desde una plataforma informática móvil.
"Un error con estos medicamentos, que además son significativamente caros, puede poner en peligro la vida del paciente o del sanitario. Cuanto más estandarizado esté un protocolo más difícil será que se produzcan fallos. Los médicos del proyecto son los responsables de definir cuáles deben ser los procedimientos a seguir y nosotros, como socios tecnológicos, desarrollaremos una plataforma móvil que permita gestionarlos y auditarlos de forma automática", explica Luis Álvarez Sabucedo, uno de los ingenieros de telecomunicación involucrados en el proyecto junto con Juan Santos Gago y el doctorando Mateo Ramos Merino.
Los tres colaboran desde hace años con los médicos alicantinos y aprovecharán los resultados de una colaboración anterior en la que diseñaron otra herramienta para el control de la trazabilidad de los alimentos y medicinas que se administran por vía intravenosa.
En el desarrollo de este nuevo sistema utilizarán tecnologías -Big Data, Process Mining y Data Mining- que permiten extraer información de gran valor sobre los procesos hospitalarios. "El potencial de una herramienta informática capaz de interpretar los datos es increíble. Permitirá identificar problemas que no se habían percibido antes", apunta Mateo Ramos.
Toda esta información será mostrada de forma sencilla y muy visual en los propios teléfonos móviles de gestores y profesionales tecnológicos o sanitarios que intervengan en los procesos. A través de códigos QR impresos en los medicamentos, el usuario podrá comprobar si se han llevado a cabo todas las etapas del protocolo, monitorizar los puntos de control establecidos y también añadir nuevos datos", explican.
Los médicos del consorcio están muy interesados en la utilidad de la herramienta para la hospitalización a domicilio: "Le dan mucho énfasis a este tema. Atender a los pacientes en su propia casa supone muchos beneficios para ellos, pero tiene como inconveniente que resulta más complejo el control de ciertos medicamentos, por ejemplo, en el caso de personas con cáncer. Con este sistema sería más fácil verificar que se cumplen los protocolos de seguridad".
Y es que estos medicamentos biopeligrosos deben cumplir de forma estricta todo un ciclo de vida desde que son preparados o salen de la farmacia del hospital hasta que, una vez utilizados, son recogidos y procesados como residuos de la manera adecuada y en los espacios pertinentes.
Los tres ingenieros vigueses ya han publicado algunos artículos sobre el proyecto. Uno de los más recientes en la prestigiosa revista Plos One, donde constatan la ausencia de guías armonizadas a nivel mundial para afrontar estas terapias que consideran de "alto riesgo".
También señalan la inexistencia de un "sistema informático estandarizado" como el que ellos van a diseñar y que, una vez listo, será puesto a prueba en alguno de los hospitales del consorcio.
La utilización de la herramienta conllevará no solo beneficios en la seguridad de sanitarios y pacientes, sino también medioambientales y de ahorro de costes en los hospitales.
"Estamos muy contentos con esta línea de colaboración en el ámbito sanitario. Hasta ahora hemos tenido experiencias de éxito que demuestran que la tecnología puede tener un impacto real en la vida de la gente y mejorar su calidad de vida", celebran los ingenieros del centro AtlanTTIC.
