Entre el 1 de enero y este pasado viernes 28 de junio en los juzgados de Vigo entraron un total de 2.059 monitorios ordinarios. Se trata del tipo de procedimiento más habitual en los tribunales de Primera Instancia, el que se encuentra a la cabeza. En lo referente a los monitorios europeos, en este primer semestre del año se registraron en la ciudad olívica 37 casos. La cifra es baja, pero si se compara con la de las mismas fechas de 2017 se puede comprobar que hubo un aumento espectacular: en aquel período solo había entrado un expediente de esas características.

Desde 2006

El monitorio europeo se creó hace más de una década, en 2006. Se trata de un proceso rápido y ágil para exigir el cobro de deudas dinerarias, ya vencidas, entre entidades o personas de distintos países. Es frecuente en litigios entre empresas pero también pueden darse, como ha ocurrido en Vigo, reclamaciones de entidades financieras bien a alguna sociedad o a un particular.

El requerimiento de pago se realiza a través de un formulario y no hay que aportar documentación. Si por ejemplo recae un litigio de un acreedor con sede en otro país de la UE en un juzgado civil de Vigo, y ningún defecto formal impide su admisión a trámite, el tribunal notificará la petición al deudor. Si no existe oposición a lo que se reclama, el proceso derivará en la vía ejecutiva de cara al cobro del dinero. Pero si el afectado se opone, el demandante deberá ir a un procedimiento ordinario para recuperar la cuantía.