Afinado, con más volumen de sonido y más variedad de colores. El único órgano en activo en un templo de la ciudad, el de la Concatedral de Santa María, volvió a sonar ayer en todo su esplendor. Quizá, mejor que nunca, después de que se ampliara su número de tubos, hasta superar los mil, gracias a la restauración sufragada por el Concello. Se reestrenó con un concierto especial a cargo de la única profesora de órgano que existe en los conservatorios de Galicia, Marisol Mendive, que lució todos esos nuevos matices de este instrumento de 1909 con un repertorio adecuado a su época. El público abarrotó el templo

Este órgano sinfónico, del romántico tardío, fue construido por el prestigioso maestro Lope Alberdi, en Barcelona, por encargo del por aquel entonces prior de la Colegiata, Faustino Ande. Aunque la Concatedral nunca dejó de utilizarlo, el paso del tiempo, el uso y alguna mala intervención -la más perjudicial, en 1980- fueron deteriorando el instrumento.

El Concello atendió la petición ayuda del párroco de Santa María, Moisés Alonso, y destinó a su reparación casi 140.000 euros. Así, durante los últimos 6 meses, uno de los talleres de organería más reputados de España lo ha sometido a una puesta a punto completa, en la que depuró las malas prácticas y lo devolvió al estilo original de Alberdi, pero adaptándolo a las nuevas tecnologías. "Conserva la esencia sonora de este magnífico organero", señala el taller de Federico Acitores.

"En la concatedral de Vigo queríamos recuperar la música en la máxima expresión en las iglesias, el órgano", destacó el alcalde de Vigo, Abel Caballero en la inauguración. Lo consideró un "momento histórico" que "tendrá su cenit en la procesión del Cristo". "Como hace cien años, sonará para él y nunca más dejaremos que enmudezca", prometió. Tras la bendición por parte del obispo de la Diócesis de Tui- Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, y el descubrimiento de una placa conmemorativa, comenzó el concierto y otras autoridades locales.

Durante dos días, organista y maestro organero, trabajaron para que sonara a la perfección en su estreno. Mendive preparó en un repertorio eminentemente romántico para retrotraer al público a la época en que se construyó. Lo inició con la conocida y lucida "Tocata y fuga en re menor" de Bach, una pieza "muy conocida y muy lucida". Le siguieron obras de compositores de finales del XIX y principios del XX, como el alemán Rheimberger, los franceses Alain y Gigout o el español Eduardo Torres. Como broche final, apostó por una obra que se compuso para la inauguración de un órgano grande, el de San Sebastián: "Tríptico del buen pastor", de Jesús Guridi.

Mendieve destaca que se trata de un órgano "muy bonito", al que "se le ha sacado mucho partido, para que tenga más colores". Cuenta que en la comunidad hay alrededor de cien pero que muchos ya no suenan bien, por lo que es "una gran noticia para el mundo de la interpretación organística y para Galicia". Aplaude el convenio con el Concello para que no solo se use en la liturgia, sino también fuera del ámbito sacro en actividades didácticas y lúdicas, acercando su música a la sociedad.