Reformular los usos de la sede de O Berbés y la ETEA, reducir la burocracia y comenzar a implantar la administración electrónica son algunos de los retos que tiene sobre la mesa el nuevo vicerrector de Planificación. Un departamento que se ha ampliado con una nueva área de sostenibilidad, dirigida por Jacobo Porteiro, que aspira a poner en marcha proyectos que sirvan de referente para la sociedad.
-Según avanzó el nuevo rector, Planificación y Economía marcarán la gestión de su gobierno.
-Sí, el enfoque es ése. Tenemos que ver cuáles son las necesidades globales de la Universidad y decidir hacia dónde queremos llevarla, siempre dentro de los parámetros que nos marca la Xunta. Somos un barco y queremos ir cambiando poco a poco su rumbo. El Gobierno gallego tiene en marcha el programa Ultreia para el sistema universitario y no tendría sentido hacer cosas fuera de ese paraguas. Nos marcará, por ejemplo, cuáles deben ser las nuevas titulaciones y la especialización de los campus. Lo que sí podemos intentar es aportar nuestras mejoras dentro de este camino. Ultreia significa "más allá" y ésa es nuestra idea, ir más allá.
-¿Qué áreas van a depender de su vicerrectorado?
-Todo lo que tiene que ver con infraestructuras, medio ambiente, y sistemas informáticos. Y con la Secretaría Xeral compartimos los objetivos de implantar la administración electrónica, que haremos poco a poco y redundará en beneficio de todos, y reducir la burocracia. Algo que todo el mundo pide. Y hemos añadido una nueva área dedicada a la sostenibilidad. Al final de la legislatura queremos tener en cada campus un edificio totalmente autosuficiente, sobre todo, en la parte eléctrica. Esta idea está muy relacionada con el proyecto de ciudad inteligente del Concello de Vigo y el apoyo de la Xunta a proyectos de biomasa y energía fotovoltaica. Hay que decir que estamos muy contentos con la acogida que hemos tenido de los alcaldes y el Gobierno gallego. Y también del Personal de Administración y Servicios de la Universidad, que nos está ayudando mucho.
-En cuanto a las infraestructuras, Reigosa no está de acuerdo con la sede de O Berbés ni con sus usos. ¿Ya los han reformulado?
-Estamos en ello, pero todavía no los podemos avanzar. Tenemos ideas bastante novedosas para que no solo sea un centro específico para estudiantes, sino algo más abierto que influya en la ciudad.
-También en la ETEA introducirán cambios.
-La Escuela de Verano es algo que tenemos claro. Sería algo parecido a lo que hace la Menéndez Pelayo en Santander y la idea es que llegue a ser un centro para la Eurorregión. Y respecto al emprendimiento, lo que defiende el rector es que no podemos tener espacios para lo mismo en varios sitios y queremos que la ETEA sea un centro de referencia en investigación. Hay tiempo para estudiarlo. Lo más inmediato es O Berbés y Benito Corbal en Pontevedra.
-El proyecto de la ETEA se elaboró de forma conjunta con Zona Franca, ¿ya le han trasladado sus nuevas ideas?
-Una visión general, porque solo nos ha dado tiempo de sentarnos y conocernos.
-Una de las promesas de campaña era la eliminación del programa Docentia, pero han anunciado que todavía no será posible.
-El problema es que si lo eliminamos los profesores que necesitan acreditarse no dispondrían de ninguna herramienta. Es bastante farragosa y vamos a hacer otra mucho más sencilla, pero no podemos implantarla de la noche a la mañana. No podemos paralizar la institución, se trata de avanzar. Se han generado muchas expectativas y no vamos a defraudar. Cuando la Xunta o el ministerio nos digan que no pues será así, pero todo lo que podamos hacer, lo haremos.
-Ése fue uno de los argumentos del anterior gobierno para no atender algunas demandas.
-A lo mejor sí que se podían hacer cosas. Jugaremos en los campos en los que sí es posible para que la gente se sienta más cómoda en el trabajo. La Universidad tiene que ser confortable.
-Mato puso en duda las primeras medidas anunciadas por Reigosa, ¿se sintieron cuestionados incluso antes de tomar posesión?
-No lo considero una crítica negativa, ni mucho menos. Él tenía unas ideas y, desde su visión, a lo mejor cree que no podemos llevarlas a cabo. En campaña repetí mucho una frase de Einstein en la que señala que la mente y los paracaídas solo funcionan abiertos. Hay más opciones, podemos plantearnos las cosas mejor. Lo que nos hizo ganar fue que despertamos la ilusión. No vamos a fallar e intentaremos hacer todo lo que esté en nuestra mano.
-En esa nueva área de sostenibilidad plantean bicicletas eléctricas y fotolineras en los campus.
-Igual en Vigo es más complicado, pero en Pontevedra se pueden usar bicicletas. El sistema tiene que ser sostenible, mantenerse. Y si cada vez hay más coches eléctricos tendremos que poner puntos de recarga. Ya hemos hecho alguna prospección de lo que costarían nuestras propuestas y empezado a hablar con administraciones y grandes empresas. Es necesario mejorar el transporte al campus y una de las cosas que vamos a plantear a Gas Natural y Concello de Vigo es introducir gas natural licuado en los autobuses.
-¿Aspiran a ser un referente para la sociedad en este campo?
-La sostenibilidad es una exigencia social y la Universidad tiene que dar un paso y actuar. Podemos empezar nosotros con este tipo de actuaciones para ayudar.
