El de Vigo es uno de los Conservatorio Superiores de Música (CSM) españoles que ha apostado con más fuerza por la movilidad internacional. Abrió sus puertas a los erasmus hace poco más de un lustro y el aumento de estos estudiantes está siendo exponencial. Bate récords año tras año. Si en el curso que finaliza recibió a 22, para el próximo ya tiene confirmados a 34 y prevé que puedan ascender a 40. El problema está surgiendo a la hora de alojarlos, aunque el centro es capaz de ver en ello oportunidades: para familias interesadas en un intercambio cultural que les permita practicar un idioma o compartir su pasión por la música; para mayores que deseen algo de compañía; para propietarios que busquen inquilinos serios...

El coordinador de Relaciones Internacionales, José Luis Fernández, hace un llamamiento a todos los interesados para que se pongan en contacto con el conservatorio de O Castro -986 47 11 44- y poder crear así una base de datos para facilitársela a los estudiantes. El centro actuará solo como intermediario, transmitiendo las características y condiciones de cada familia o propietario. Buscan, preferentemente, en el entorno de la institución.

No es algo nuevo. Los estudiantes vigueses que se mueven por Europa con el programa Erasmus se han encontrado con esta iniciativa en algunos centros de destino. El objetivo es ayudarles en la búsqueda de un lugar de residencia para un curso o un cuatrimestre, una tarea complicada para quien desconoce el destino, y evitar las posibles estafas que encuentran en los estudiantes extranjeros un objetivo fácil y que se producen en muchos países. "Hemos tenido a unos chicos que les pedían 1.300 euros por un piso pequeño", cuenta José Luis y añade: "o hay agencias inmobiliarias que les cobran el doble".

La Universidad no dispone de plazas para dejarles y la Xunta no puede informarle de cuántas les quedan libres hasta finales de septiembre. Los chicos llegarán a principios y el conservatorio solo cuenta con contactos para ubicar a doce.

José Luis Fernández dirige su llamamiento a varios colectivos. En primer lugar, a familias que se quieran beneficiar de todo lo que puede aportar un intercambio cultural: practicar idiomas, que sus hijos puedan conocer otras culturas y ampliar miras, que se creen relaciones que suelen ser duraderas... También para personas solas y que busquen algo de compañía. No tiene que ser un acogimiento gratuito y son válidas múltiples fórmulas: con media pensión, pensión completa, un espacio en la nevera...

Por otra parte, también para atender a los estudiantes algo más independientes, el centro busca propietarios que quieran alquilar viviendas completas o por habitaciones. A cambio, en julio ya tendrían la seguridad de que les entra alguien en septiembre.

José Luis destaca, además, otro punto relevante: el perfil es el de un alumno serio, que no solo viene a pasárselo bien. "Tienen la garantía de que son alumnos elegidos por sus instituciones, por profesores, porque son buenas becas y las pueden perder si dan problemas; deben cumplir con sus planes de estudio", explica.

Para el próximo curso, dentro de la convocatoria Erasmus para países de fuera de la Unión Europea -el k-107-, llegarán alumnos de Estados Unidos, Bosnia, Serbia, Ucrania, Albania, Kazajistán y Turquía. Fernández explica que, muchas veces, se trata de chicos de familias humildes que salen por primera vez de su país. "Algunos te escriben angustiados, porque no encuentran donde alojarse y tienen que poner un domicilio para tramitar el visado", relata. De Europa, por ahora, están confirmados varios italianos.