Por la facilidad que tienen a la hora de ocultarse y desplazarse de un sitio a otro, Joaquín Santamaría, de la firma Plagal, reconoce que prevenir la presencia de chinches es "muy difícil". "Lo que sí se puede hacer es reforzar la higiene y la inspección diaria", explica el experto. Con ese fin las empresas dedicadas al control de plagas suelen dar formación específica al personal encargado de la limpieza de hoteles.

El objetivo: frenar la expansión de un insecto que se alimenta de la sangre de animales, incluidos los humanos, y causa molestas picaduras. A menudo viajan en las maletas o prendas y se ocultan en los colchones, almohadas, sábanas, molduras, armarios, rodapiés... Además de por las marcas rojizas que dejan en la piel, se puede sospechar de su presencia si se aprecian pequeñas manchas y restos de sangre en las sábanas. Para combatirlas es conveniente recurrir a un profesional. En contra de lo que se cree, su presencia no tiene por qué estar relacionada con la higiene. De hecho, este insecto puede encontrarse en viviendas limpias y hoteles de lujo.