A Pedra ha perdido a una pionera. María Seoane, un de las primeras ostreras del mercado, Medalla al Mérito en el Trabajo y Viguesa Distinguida junto a su hermana Isabel, falleció el pasado sábado. Con ella se ha ido parte de la tradición ostrera y una vida dedicada al oficio que compartía con otras ilustres como Isaura Pérez, natural de Pontesampaio, o Hermitas Bouzón, que falleció también hace ocho años. Su hermana Isabel continúa como la última mujer en el desempeño de este oficio.

Las ostreras de A Pedra fueron referencia culinaria en la ciudad llegando a colocar hasta 12 puestos. Ahora pueden contarse con los dedos de la mano. Y aún sobran. Sin embargo su duro y arduo trabajo fue reconocido por un vecino y activista del barrio, José Manuel Tobío, quien puso todo su empeño para que Isabel y su hermana María recibieran la Medalla así como otros reconocimientos de su ciudad.

Pero les faltó uno, una placa conmemorativa en su plaza, la que era como una segunda casa para ellas. Sus muros siguen vacíos, al igual ahora que el corazón de muchos de sus clientes y allegados.