Haga frío, llueva o brille el sol, sea día laborable, fin de semana o festivo, Isabel Seoane se levanta temprano para estar puntual en el puesto de de la calle Pescadería donde despacha ostras desde hace medio siglo. Cuando hay más afluencia de clientes o una llegada masiva de cruceristas, su hermana María no duda en ayudarla. Hasta ahora. María Seoane falleció el pasado sábado y con ella se va parte de la tradición ostrera y una vida dedicada al oficio que compartió con otras ilustres como Isaura Pérez, natural de Pontesampaio o Hermitas Bouzón, que falleció también hace ocho años.

Las ostreras de A Pedra se convirtieron en referencia llegando a haber hasta 12 puestos. Ahora podrían contarse con los dedos de la mano. Y aún sobrarían. Sin embargo su trabajo fu reconocido por un vecino y activista del barrio. José Manuel Tobío puso todo su empeño para que Isabel y su hermana María recibieran la Medalla al Mérito en el Trabajo, que recibieron en 2013 de la mano de la ministra en Madrid, así como el galardón de Vigueses Distinguidos. Faltó la placa conmemorativa que tanto ansiaron, aunque nunca será tarde para ello.