Chucky el muñeco diabólico, La cosa, Alien... Sin estos tétricos personajes la vida de Josef Méndez no tendría sentido. Este vigués es un pintor autodidacta, pero de un estilo poco habitual en el panorama gallego: la pintura de terror.

Pasa una media de ocho horas diarias trabajando en su taller y sus obras se basan sobre todo en la recreación de escenas de películas de miedo. Otra de sus temáticas recurrentes es todo lo relacionado con el motor, una de sus aficiones.

Intenta ganarse la vida vendiendo sus cuadros por internet y cada vez que puede hace miles de kilómetros en su coche para ir a ferias del cómic nacionales e internacionales y a eventos del género que tanto le apasiona. Ya ha viajado a Reino Unido o a Alemania varias veces.

"Desde siempre me atrajo lo macabro: demonios, calaveras, el infierno y cosas así. Las películas de terror y western son las que me inspiran, y empecé a verlas desde muy pequeño a pesar de que luego podía pasarme semanas con miedo por lo que había visto, te da pánico pero quieres ver más", cuenta.

Su afición llegó a tal extremo, que durante su adolescencia tuvo un póster de Freddy Krueger, protagonista de la saga "Pesadilla en Elm Street", en el techo de su habitación.

El personaje de los 80, que se aparecía en las pesadillas de los niños residentes en esa calle para asesinarlos, es una de las fuentes de inspiración de Méndez. "Durante años Krueger era lo primero que veía al despertarme. Eso de las manos con cuchillas y la cara quemada tienen una esencia ideal", afirma.

En sus pinturas están presentes títulos que abarcan desde los 70 hasta los 90. Méndez admite que no suele ver las cintas más de una vez pero que con algunas repite para hacer sus pinturas lo más detalladas posible.

"Vi hace poco La Matanza de Texas y La Mosca, un remix de la original de los 50 con efectos especiales", asegura.

Cuando se sienta delante de la pantalla no lo hace solo, ya que suele estar acompañado de libreta y lápiz para hacer bocetos rápidos que luego vuelca en los lienzos en acrílico, una técnica en la que se utilizan acuarelas pero con pintura resistente al agua cuando se seca. Méndez recibe encargos a través de su pagina de Facebook o mediante una web norteamericana y otra australiana donde los artistas dejan sus obras. "Gente de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Japón ha comprado mis cuadros. También se venden mis pinturas en otros formatos como tazas, camisetas o fundas para móviles", explica.

Méndez también hizo ilustraciones para varios libros y ha recibido encargos desde Alemania para diseñar portadas de blue ray de películas de terror antiguas.

El vigués sostiene que su arte se reconoce más en el extranjero y se considera como "el único que se dedica a este género en España". Su sueño es montar un local donde vender sus obras. Un lienzo grande (60x70) lo vende a 300 euros y acumula más de 200 creaciones.

Admite que lo comercial como los Gremlins o Terminator es lo que más vende pero se niega a seguir las mayorías y es inconformista. "No me guío por modas, si lo hiciera me dedicaría al manga o a Star Wars", defiende tajante.