Llega con retraso, pero lo hace con fuerza. La fría primavera ha demorado quince días la aparición de las flores y, con ella, el tormento de los alérgicos. En los 23 años que la Rede Galega de Aerobioloxía lleva controlando los niveles de polen en la ciudad, nunca se había atrasado tanto. La calma ha llegado a su fin. La floración comenzará de forma brusca esta semana y, con ella, las concentraciones de las partículas desprendidas por las gramíneas -la causa número uno de polinosis- se dispararán. Serán más altas, por la gran cantidad de agua acumulada en el suelo, pero también serán más cortas, porque las plantas se marchitarán antes.

Cuando en los años 90 se empezó a percibir el aumento de los alérgicos al polen -hoy son una de cada cuatro personas-, la Consellería de Sanidade y las universidades de Santiago y Vigo crearon la Rede Galega de Aerobiología, desde la que emiten un boletín de predicción dirigido a estos pacientes -que se puede consultar en el apartado de información polínica de la web del Sergas-. Cuenta con bases en Vigo, Santiago, Lugo y Ourense, como puntos representativos del territorio gallego.

El profesor del área de Botánica de la Universidad de Vigo y responsable de la estación polínica de la ciudad olívica, Javier Rodríguez Rajo, explica que los niveles de polen de gramíneas a lo largo de 2018 han estado "muy por debajo" de lo habitual, como se puede observar en el gráfico que acompaña el texto. Los síntomas empiezan a desencadenarse en los alérgicos a partir de concentraciones de 30 granos por metro cúbico de aire. De media, este umbral se suele rebasar en la ciudad el 22 de mayo. Sin embargo, este año aún no ha ocurrido.

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El equipo de Rodríguez Rajo prevé que suceda estos días. Estiman que a partir de hoy o mañana se dispararán "bruscamente" hasta los 75-100 granos/m³, que ya se consideran niveles altos. Por encima de 80 granos, el cien por cien de los alérgicos muestran síntomas. El año pasado, el mayor pico triplico esta cifra -con 254 granos/m³-. Fue el 2 de julio. En esta ocasión también podría caer por las mismas fechas. Estiman que será entre el 28 de junio y el 5 de julio y están convencidos de que se superará ese máximo.

"Lo que ocurre con las condiciones meteorológicas de este año es que el pico será más fuerte pero menos prolongado, ya que la floración va a ser más explosiva", explica y resume: "Tendremos mayores concentraciones, pero menos días con riesgo de sintomatología".

¿Y cómo saben que la floración va a empezar? Usan la vid como indicador predictivo y los viñedos de las Rías Baixas llevan 15 días de retraso. La base viguesa tiene gran relevancia para la red, ya que anticipa lo que sucederá en el resto. En estos años han comprobado que la floración de las especies se produce en su entorno una semana antes que en Ourense y diez días antes que en el resto de Galicia. Sin embargo, este año, los periodos se van a acortar alrededor de tres jornadas.