Medio centenar de trabajadores del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC visitaron ayer la parcela de la ETEA que albergará sus futuros laboratorios en 2023. Acompañados por el vicedirector Ángel González, científicos y técnicos accedieron al edificio Kelvin, que el proyecto deberá conservar, así como al resto de naves del solar donde se construirá la nueva sede.

Tras más de una década sufriendo las estrecheces del inmueble de Bouzas, donde los espacios ya no dan para más, la antigua escuela militar de Teis ofrece un entorno natural inigualable y mucha más amplitud. De ahí que más de un científico bromease ayer eligiendo ya el lugar donde instalarse para disfrutar de las vistas.

La mudanza a la ETEA ya se planteó sin éxito en 2003, se retomó cuando el bipartito anunció la Ciudad del Mar y, posteriormente, con el Campus de Excelencia de la Universidad. Pero el déficit económico del CSIC acabó frenando el traslado hasta que en agosto de 2017 llegó a un acuerdo con la Xunta para alquilar la parcela con derecho a compra por 3,39 millones de euros.

La cesión se materializó el pasado marzo y el CSIC prevé realizar una inversión total de 16 millones de euros. En los Presupuestos Generales que aprobó el PP antes de la moción de censura ya se contemplaba una partida de 2 millones para este año, se comprometían otros 6 en 2019 y 8 en los dos ejercicios posteriores.

El IIM ya contaba con varios borradores de su nueva sede y ya están trabajando varias comisiones para ajustar el diseño a las necesidades de futuro. "Será el Instituto que nosotros queramos. Lo vamos a diseñar para que se adapte a lo que realmente nos hace falta. Y apostaremos por estructuras amplias y compartidas", destacaba ayer el vicedirector Ángel González.

La futura sede integrará el edificio Kelvin, en plena plaza de Armas, y tendrá enfrente al Faraday y al Siemens, los inmuebles que ocuparán la Universidad de Vigo y Zona Franca dentro del Campus del Mar.

"El objetivo es buscar la interacción y tendremos que coordinarnos entre todos. Si la Universidad ya tiene un auditorio en el Faraday no vamos a hacer nosotros otro. Hay que evitar ser repetitivos, optimizar los recursos y fomentar el intercambio de ideas entre las diferentes instituciones", defiende González.

En la sede de Bouzas, que se inauguró en 1973 y fue ampliada en el 93, trabajan actualmente unas 150 personas en varias temáticas relacionadas con la investigación marina: biotecnología, genómica, oceanografía y transformación y conservación de los productos pesqueros, entre otras. Sus estudios son punteros y el IIM es uno de los centros del CSIC más destacados de todo el país y una de las instituciones gallegas con mayor retorno de la Unión Europea.

Los científicos, que ayer se trasladaron a la ETEA en autobús, recorrieron su futura sede poco más de un mes después de la visita de la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, que destacó entonces que el traslado es la mayor inversión prevista por el organismo para los próximos años.

La parcela dispone de más de 16.000 m2 frente a los 4.500 actuales del inmueble de Bouzas. Y además de acoger a los grupos de investigación también albergará la Unidad de Tecnología Marina (UTM), que actualmente gestiona desde sus oficinas de Beiramar los buques oceanográficos Sarmiento de Gamboa y Mytilus.