Cuando se dicta una medida judicial de alejamiento y de prohibición de comunicación, esta orden se extiende a cualquier tipo de medio. Contactar mediante mensajes de WhatsApp o a través de las redes sociales supone también un incumplimiento de la medida. Pese a ello, este tipo de quebrantamientos son cada vez más frecuentes y un claro ejemplo de ello fue un juicio celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo: quien se sentó en el banquillo fue un hombre que, pese a no poder acercarse ni comunicarse con su expareja, presuntamente lo hizo a través de Facebook y de Messenger. Inicialmente afrontaba un año de cárcel, pero la fiscal redujo su petición a seis meses al aplicarle dos circunstancias atenuantes: la de confesión, ya que admitió los hechos, y la de reparación del daño, debido a que de forma previa a la vista oral consignó 1.000 euros que la acusación particular pedía como indemnización para la víctima.

Ya condenado en enero de 2017 por quebrantamiento -lo que supone una agravante de reincidencia-, este hombre volvió a juicio por incumplir la orden de protección que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer había dictado a favor de su expareja. No podía comunicarse con ella, pero lo hizo a través de Facebook. Según relata la Fiscalía en su escrito de calificación provisional, entre el 1 y el 6 de febrero del pasado año contactó con la mujer a través de su perfil en la red social, pulsando hasta en 14 ocasiones el botón de "me gusta", "me encanta" o "no me gusta" en la foto de perfil y de portada de la mujer. También en Facebook, tiempo después, creó un evento cuyo título incluía las palabras "cumple de mi amor" y en el que vinculaba a su excompañera, de modo que a ella le llegaban notificaciones.

Por Messenger

El quebrantamiento también se produjo por Messenger, donde, relata también el Ministerio Público, abrió un grupo en el que, junto a él mismo, incluyó a la víctima y a dos familiares de la misma, escribiéndoles "múltiples mensajes". Finalmente, a través de esta misma aplicación se comunicó con la madre de la denunciante: le remitió una captura de la citación judicial y varios mensajes "de perdón".

El acusado presentaba en esa época, concluye la fiscal, un cuadro depresivo reactivo a la ruptura sentimental que afectaba "levemente" a sus capacidades volitivas.