VigoZoo ofrece una segunda oportunidad a las aves decomisadas que se encuentran en plena forma. En las últimas semanas personal cualificado imparte cursos a los trabajadores del recinto municipal para que los animales puedan volar en libertad. Eso sí, siempre fuera del horario de atención al público para que las molestias a los visitantes sean mínimas. El primer ave al que se aplicará este programa es un águila de Harris procedente del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cotorredondo. El nuevo inquilino ya ha superado con éxito el período de cuarentena y observación establecido en los protocolos del parque.

El objetivo de esta iniciativa es potenciar el vuelo de las aves decomisadas sin que sean utilizadas como parte del espectáculo. Desde hace años VigoZoo se distingue como un centro de acogida de animales irrecuperables. Además, también impulsa la educación ambiental entre los más pequeños a través de su programa educativo. Un claro ejemplo de la hoja de ruta que sigue el parque es Pelayo, un oso pardo ibérico que nació en cautividad en el zoo de Carmona (Sevilla) y que sufrió impronta desde muy joven. El recinto olívico lo reclamó para darle un hogar, aunque desgraciadamente falleció el pasado mes de abril.

El entrenamiento de las aves decomisadas no será la única novedad que tengan las instalaciones de cara al verano. El Concello ha instalado tres casetas infantiles para que los niños puedan entretenerse mientras visitan a los diferentes animales. Las construcciones están operativas desde hace semanas y han tenido una gran acogida. Por otro lado, la piscina destinada a los participantes de los campamentos de verano también estará disponible para los chicos que visiten el zoo. Para ellos también habrá un moderno arenero en mesa elevada con diversos juegos y pasatiempos.

La flora también cuenta con un nuevo espacio en A Madroa. El gobierno local ha ampliado, mejorado y climatizado el invernadero-orquidario para explotar la parte botánica de VigoZoo. Ahora mismo las plantas se encuentran en fase de floración y, una vez que finalice, se abrirá al público con una mayor variedad de especies y colores. El reptilario es otra de las estancias que ha sufrido una transformación pensando en el bienestar animal. Este espacio abrirá sus puertas en pocos días con nuevas instalaciones que buscan la comodidad de serpientes, tortugas y otros reptiles.

No solo los más pequeños tienen nuevos espacios en el recinto municipal. Los amantes de las constelaciones dispondrán en poco tiempo de una terraza acondicionada para ver las estrellas. Además, habrá un pasillo habilitado para que estos usuarios puedan contemplar los cuerpos celestes.

El año pasado la Concejalía de Medio ambiente organizó una serie de actividades guiadas por monitores de la Fundación Ceo, Ciencia e Cultura para disfrutar de la belleza del firmamento durante los fines de semana en los que la visibilidad permitiese abrigarse con el cielo estrellado.