El juicio del caso del ciclista que se quedó parapléjico en septiembre de 2014 al impactar contra una gran piedra colocada presuntamente a modo de obstáculo en el monte Alba de Vigo llega a juicio. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra comenzó la vista hoy, y se prolongará durante toda la semana.

El juicio arrancó con la proposición de nuevas pruebas y documentos por parte de algunos de los abogados personados. Las defensas piden la nulidad de la causa al ver nulo el atestado de la Policía Local y también las intervenciones telefónicas. Otra de las alegaciones de la defensa, a las que se oponen el fiscal y la acusación particular, es que la comunidad de montes de Valladares carece de responsabilidad jurídica a efectos de que no puede ser considerado responsable civil subsidario. El tribunal, en referencia a las nulidades solicitadas, anuló las intervenciones telefónicas.

En el banquillo se sientan cuatro miembros de la Comunidad de Montes de Valladares (el entonces vicepresidente José C.A. y tres empleados) acusados de un delito de lesiones por imprudencia grave acusados de un delito de lesiones por imprudencia graveya que, según el fiscal, colocaron obstáculos en caminos forestales para impedir el paso de ciclistas.

El que era vicepresidente segundo de la comunidad, José C., es uno de los acusados. Él era el encargado del mantenimiento de los montes. Sobre ese 4 de septiembre, explicó que el día anterior ordenó a la cuadrilla que retiraran unas piedras de un camino ya que un vecino no podía pasar con un tractor y que cortaran unos árboles, unas acacias. Negó que pusieran la piedra que causó el siniestro. "Nosotros nunca pusimos piedras", dijo. Y añadió: "Nosotros nos dedicábamos a retirarlas".

"La piedra no se veía"

Tras declarar los acusados, que negaron cada uno de ellos su responsabilidad en el siniestro, compareció el ciclista que sufrió la grave lesión. Diego contó al tribunal que ese recorrido lo hacía de forma habitual. Pero cuando llegó a una zona donde había un salto o cortado, cuando ya estaba "en el aire", se dio cuenta que había una "piedra grande" en su trayectoria. Sin margen ya de maniobra, impactó con ella y salió "despedido" hacia una especie de muro de un camino, contra el que chocó con la cabeza. Llevaba casco. "La piedra no se veía; la vi cuando ya tenía la rueda en el aire, no pude hacer ninguna maniobra para evitarla ni frenar", describió.

Según se recogía en el escrito de acusación, algunos comuneros "no veían con buenos ojos" la afluencia de ciclistas y de practicantes de motocross a los caminos del monte conocidos como Freixo y Cubiles. Uno de esos comuneros es J.C.A., que era el responsable de los trabajos de mantenimiento y conservación del monte y desempeñaba el cargo de vicepresidente de la citada comunidad de montes.

El Ministerio Público pide 2,5 años de cárcel para cada uno de ellos y una indemnización de 832.000 euros para la víctima, para lo cual solicita la declaración de responsabilidad civil subsidiaria de la comunidad de montes. La acusación particular, por su parte, interesa 6 años de prisión para cada uno y una indemnización de casi 1,5 millones de euros.

La cronología del accidente

El 4 de septiembre de 2014, D.G.V. sufrió un accidente cuando practicaba ciclismo por la zona, al caer sobre una de las citadas piedras, lo que le provocó varias y graves lesiones. En total estuvo ingresado en un centro hospitalario 191 días y como secuelas le han quedado, entre otras, una paraplejia completa y dolor neuropático dorsal que requiere control y tratamiento por una unidad del dolor. El Instituto Nacional de la Seguridad Social le reconoció en febrero de 2015 la incapacidad permanente en grado absoluto.

El grave accidente que padeció D.G.V. en el monte Alba desató en su día una oleada de solidaridad en las redes sociales. Twitter y Facebook recogieron numerosos mensajes de apoyo al deportista herido. Todos bajo el paraguas del hashtag #cualquierapodríaserdiego, que se utilizó para lanzar comentarios de afecto en las redes sociales.