Los bancos de tiempo, un sistema municipal de intercambio de servicios y conocimientos entre ciudadanos, que tiene el tiempo como moneda de cambio y que busca tanto la conciliación familiar y laboral como la integración, se encuentra en peligro de extinción en Galicia, puesto que Vigo es la única de las ciudades gallegas en la que esta iniciativa sigue funcionando y solo dos ayuntamientos, el de Avión y el de Xinzo de Limia (Ourense), solicitaron las ayudas que la Xunta destina a este fin

Así, los centros municipales de Coruxo, Saiáns, Casco Vello y Teis registraron 1.250 personas que llegaron a intercambiar unas 2.000 horas. Los participantes son principalmente mujeres (68%) y, aunque hay participantes de todas las edades (a partir de 18 años), la mayoría se encuentra en el rango de entre 30 y 65 años. Como principales actividades, en el seno de este banco se realizan mercados de trueque, reuniones, talleres y comunicaciones para fomentar los intercambios.

A pesar de las ventajas que enumera el personal de los bancos de tiempo que están en marcha, esta iniciativa, está de capa caída desde hace unos años. Fuentes de la Consellería de Presidencia afirman que no hay más ayuntamientos con asignación para mantener los bancos de tiempo por que "no lo solicitan".