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La Policía detuvo desde enero a un centenar de reclamados judiciales

Su presentación para juicio, testificales o ingreso en prisión, motivos de las requisitorias - Los controles rutinarios generan estos arrestos

Los agentes, tras la detención de un reclamado en calle Aragón. // FdV

Recusar presentarse a un juicio, no acudir a testificar en una vista, declinar las notificaciones judiciales o incluso fugarse tras ser condenado a una pena privativa de libertad. Diferentes formas de eludir la acción de la Justicia que a pesar de terminar con las esposas puestas no conllevan responsabilidades penales. La Policía Nacional detuvo en lo que llevamos de año a un total de 94 reclamados judiciales, personas a las que en calidad de detenido se traslada a dependencias policiales hasta resolver su situación personal.

Y es que atendiendo a la circunstancia de la requisitoria, el protocolo a seguir es muy diferente. Una vez los agentes comprueban que sobre la persona identificada existe una orden judicial de presentación, se ponen en contacto con la sala instructora de dictó la reclamación. Si el propio juzgado considera urgente su presentación para la instrucción de la causa, la policía lo traslada a dependencias judiciales. Por la contra, si el juicio para el que estaba señalado se ha retrasado y el juzgado así lo ordena, se le pone en libertad y se le concede una nueva citación.

En el caso de los reclamados que cuentan con una orden de ingreso en prisión, se persona en los juzgados y desde los calabozos es la Guardia Civil la encargada de su posterior traslado al penal de A Lama.

La cifra de reclamados judiciales, que en su gran mayoría son testigos en juicios que no han acudido a la citación, se redujo de forma notable con respecto a hace dos años, cuando al término del 2016 se contabilizaron 351 personas apresadas por tener alguna "deuda" pendiente con el juzgado, y no solo con el partido judicial vigués, sino que en más de una ocasión se encontraron con reclamados de la justicia de otras comunidades e incluso internacional.

Estas detenciones son junto con los arrestos por violencia de género y los hurtos o pequeños robos las aprensiones más comunes por parte de los agentes de la comisaría.

¿Y cómo se efectúan estas identificaciones? Según confirman fuentes policiales son los controles rutinarios practicados en puntos estratégicos de la ciudad los que generan estos arrestos. "Estos controles se realizan donde se producen las grandes aglomeraciones tanto de gente como de vehículos y en las entradas o salidas a la ciudad", explican. Esto se traduce en despliegues policiales diarios tanto en las estaciones de tren, autobús, aeropuerto, Estación Marítima o en los principales viales de acceso a la ciudad como son la Avenida de Madrid o la VG-20. "Al encontrarse en Vigo la base de la UIP [Unidad de Intervención Policial] de la Policía Nacional se realizan en el doble de controles que en otros puntos. Tienen una duración de entre 40 minutos a una hora e igual a diario realizamos entre 15 y 20 controles en diferentes lugares para garantizar en la ciudad", explican fuentes policiales.

Los agentes además de requerir la documentación de los interceptados para contrastarlos en una gran base de datos a nivel nacional, también realiza una exhaustiva revisión a los vehículos. "Así fue como se logró incautar más de 3 kilos de heroína en un turismo que se dirigía a A Guarda hace dos años", reconocen estas mismas fuentes.

A principio de año también se produjo otra importante detención, en este caso en calle Aragón. Un varón reclamado judicialmente para su inmediato ingreso en prisión protagonizó un altercado al enterarse de que debía ir a prisión. El hombre llegó a ofrecer una fuerte resistencia, por lo que tuvieron que acudir a la zona varias dotaciones policiales para reducirle. Una vez en el coche patrulla, rompió a patadas la mampara, el cristal de la ventana y la puerta, por lo que tuvieron que cambiarle de vehículo.

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