Confianza contenida entre los colectivos vigueses implicados en la importación de mercancías ante la aplicación del nuevo "Protocolo de Control Documental" para el Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) que recoge, como reveló FARO, parte de las propuestas del Grupo de Trabajo del Puerto de Vigo para agilizar el despacho de contenedores. Como la asociación gallega de transitarios, que aprecia en el documento "aspectos positivos" que permiten confiar en que sirva "al menos" para acabar con las retenciones "gratuitas" o fruto del excesivo celo de los funcionarios a la hora de aplicar la normativa. El presidente la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, también espera que "marque un antes y un después" aunque para comprobarlo pide "un tiempo de rodaje".
El control documental es la primera fase que deben superar las importaciones para pasar a la siguiente, la inspección física, y si la mercancía cumple las garantías sanitarias, conseguir el llamado "despacho" que autorizará su distribución por todo el territorio nacional. El grupo de trabajo que formó la Autoridad Portuaria -integrado por Conxemar, Asociación de Transitarios (ATEIA), Anfaco, Logidigal, Confederación de Empresarios (CEP), Cooperativa de Armadores (Arvi) y Puerto de Marín- centró la propuesta que envió al Ministerio de Sanidad en ese primer filtro del proceso. Su planteamiento era en realidad un compendio de medidas dirigidas a restar burocracia y eliminar o clarificar aquello que dejaba la autorización de las importaciones a expensas del criterio subjetivo del funcionario de turno.
Antes de valorar el contenido del nuevo procedimiento, López Veiga subraya su "agradecimiento" a la ya exministra de Sanidad, Dolors Montserrat "por molestarse en revisar el protocolo recogiendo buena parte de lo planteado por Vigo. Implícitamente nos da la razón". El dirigente portuario señala, por ejemplo, la supresión de la cláusula que justificaba el rechazo de una mercancía por el uso de "tinta endeble", débil, en los certificados. "Cosas que en la era digital no son de recibo", razona.
Opinión que suscribe el presidente de ATEIA. Juan Uhía lamenta "los disgustos y pérdidas económicas" causadas por esa cuestión tan insignificante". "Lástima que no estuviera eliminada en 2016", apunta en alusión a lo ocurrido en agosto de ese año con los contenedores argentinos retenidos en Guixar, un caso que Conxemar denunció públicamente elevando de tal modo la presión sobre Sanidad. En realidad los cambios aplicados ahora surgen a consecuencia de aquel grito de la organización empresarial presidida por José Luis Freire junto a la exigencia, desde entonces constante, del Puerto.
Hay otras mejoras formuladas desde Vigo que se incorporaron al documento, "pero todavía queda mucho por hacer". Tanto el presidente del Puerto como el de los transitarios gallegos creen que el procedimiento necesita "un tiempo de rodaje". "Yo espero que marque un antes y un después pero hay que esperar tres o cuatro meses porque pueden surgir otros problemas", explica López Veiga. Juan Uhía habla de un "buen avance" aunque con matices al observar que persisten "errores inaceptables" del estilo de esos "artículos" que motivan la retención de un contenedor "por errores humanos chorras, fácilmente subsanables".
"¿Confianza en que los cambios aplicados agilicen el PIF? Toda la del mundo solo que habrá que ver si lograr infundir la confianza de los operadores, en especial de aquellos que ya desisten de importar por Vigo tras muchos años de retenciones caprichosas y gratuitas", expone el secretario general de Anfaco. Juan Vieites recalca que por el sinfín de cortapisas de los funcionarios del puesto de Guixar la terminal viguesa perdió unas 70.000 toneladas al año, el volumen de mercancías desviado a Leixões (Portugal).
