El amor de Catarina Carvalho por su perro Luke es a prueba de fronteras, kilómetros, noches en vela y horas y horas de búsqueda incansable. Hace casi un mes y medio, el 25 de abril, el pequeño Luke -pelaje largo y pardo y alrededor de 10 kilos- salió de la aldea portuguesa de Portelinha, en Castro Laboreiro, donde viven sus dueñas, Catarina y Paula, para correr detrás de los peregrinos que cruzan con frecuencia el pueblo rumbo a Santiago de Compostela.

El can siguió al grupo de peregrinos durante kilómetros hasta alejarse de Castro Laboreiro lo suficiente como para no encontrar el camino de vuelta. Catarina, que ha puesto en marcha una intensa campaña para encontrarlo en Galicia y Portugal, tiene constancia de que el perro llegó hasta Cortegada. Gracias a Facebook pudo localizar a gente que le garantiza que Luke estuvo en la villa ourensana.

Al recibir el aviso Catarina cogió su coche y se lanzó a la carretera para buscarlo. Le dedicó horas y kilómetros, pero durante un largo mes no encontró el menor rastro de Luke. A finales de mayo recibió sin embargo una nueva pista. Esta ves desde Filgueira, en Pontevedra. Alguien que había visto uno de los anuncios que publicó en un periódico de Galicia la llamó para avisar de que había visto al perro por las calles de la villa pontevedresa. De nuevo, la joven portuguesa se sentó al volante de su coche y recorrió millas para buscar a Luke. Según explica, llegó a cubrir 100 kilómetros en un solo día.

Desde entonces no ha cejado en el empeño por encontrar al perro. Tiene motivos para la esperanza. Hace justo un año el can ya se escapó detrás de otro peregrino que pasaba por Castro Laboreiro en dirección a Santiago. Catarina estuvo una semana sin tener noticias del can hasta que la Guardia Civil la llamó desde el otro lado de la raia para decirle que Luke estaba en el refugio de mascotas de Ribeiro.

"Es un perro muy querido. Todo el pueblo lo conoce y lo quiere, es muy bueno", explica Catarina, quien ha ampliado su búsqueda hasta Vigo, donde confía en localizar a Luke. Su esperanza es que alguien se lo haya encontrado perdido por la carretera y, creyendo que no tiene dueño, se lo llevara a su casa.

Luke dispone de un microchip. "Yo tengo otro perro, Pintas, y mi vecina tiene una perra, Boneca, los dos lo echan también de menos", lamenta Catarina, quien facilita dos números de teléfono a los que se puede dirigir cualquiera que haya visto o tenga noticias de Luke: 666 497 497 o (00 351) 919 130 865.