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El censo de conductores envejece: casi dos de cada diez supera ya la edad de jubilación

La proporción, en aumento, apenas llegaba al 12% en 2010 -La décima parte de los usuarios de la carretera tiene más de 70 años -A Coruña, Ferrol u Ourense tienen padrones más longevos

Miguel G. Montero

El invierno demográfico que padecen desde hace años Galicia, España y buena parte de Europa llega también al censo de conductores. Cada vez es mayor el número de vigueses con edad suficiente para jubilarse que se sientan al volante de un vehículo. Según los datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT), al cierre de 2017 había en Vigo cerca de 30.100 conductores que superaban los 65 años, un millar largo más que en 2016 y muy por encima de 2010. A pesar de que entonces en la ciudad residían unos 4.100 vecinos más que el año pasado, en 2010 la DGT registraba en Vigo 21.300 conductores que rebasasen los 65 años. El porcentaje de usuarios de la carretera que excedían esa edad era aquel año varios puntos inferior al actual: no llegaba al 12%.

Al igual que ocurre con la pirámide poblacional del municipio, la cúspide -correspondiente con las franjas de mayor edad- se ensancha mientras se estrecha la base, que refleja las capas de vecinos más jóvenes. En 2010 había en Vigo cerca de 13.200 conductores que no habían cumplido 25 años, lo que suponía el 7,4% del conjunto del censo local de usuarios de la carretera. Al cierre de 2017 -solo siete años después- eran ya 8.900, menos del 5% del padrón de la DGT. En apenas una década las capas más jóvenes del censo de Tráfico se retrajeron así cerca de un 33%.

La evolución va pareja a la de la propia ciudad, que al igual que Galicia y otros muchos territorios de España sufre el bautizado como "invierno demográfico": un desplome de la natalidad y un envejecimiento de la población, favorecido en buena medida por el paulatino aumento de la esperanza de vida. Si -según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE)- en 2010 el 18% de los vecinos de Vigo superaban los 65 años, ese porcentaje se había disparado al cierre del año pasado hasta aproximarse al 22%. Todo lo contrario experimentó el sector más joven de la población, el que sirve de soporte a la pirámide demográfica. En 2017 el 21,7% del censo local no había soplado todavía las 25 velas, un punto porcentual menos que en 2010.

A pesar de la deriva de Vigo, su padrón de automovilistas es más joven que el de otras ciudades gallegas. En A Coruña, por ejemplo, el porcentaje de conductores con más de 65 años supera en varios puntos al de Vigo y roza el 19%, el mismo dato que en Ourense. En Ferrol va camino del 21%. Se sitúan por debajo o en un nivel similar al padrón olívico Lugo (16,9%), Pontevedra (16,2%) y Santiago de Compostela (16,2%). El censo olívico de conductores supera en cualquier caso con creces al de las otras urbes de la comunidad. Los más de 178.000 vigueses están muy por encima de los casi 141.100 de A Coruña, los 69.300 de Ourense o los cerca de 60.200 anotados en la urbe jubilar a finales de 2017.

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