La empresa que tienen entre manos Martín Carballo y Juan Manuel Figueirido solo tiene unos meses, aún no fue bautizada, pero confían en que se convierta en una página de ventas online de complementos de ropa. De entre los muchos detalles que restan por casar, el espacio y el asesoramiento legal o empresarial no es uno de ellos. "El vivero está muy bien como espacio para desarrollar una idea o resolver tus dudas a nivel fiscal. A las instalaciones ya fuimos en varias ocasiones porque eso de tener un espacio propio es clave para concentrarte o reunirte con personal", reconoce Martín Carballo, estudiante del Ciclo Superior de Diseño y Amueblamiento en el CIFP Valentín Paz Andrade.

Admite que todavía "estamos empezando, muy en proceso," pero no se arrepiente de la decisión tomada. "Emprender siempre es difícil pero o sigo para adelante o me puede la presión, yo animo a emprender", concluye Carballo.