En 2013 Peinador cerró con unos resultados alarmantes: su volumen de pasajeros se desplomó cerca de un 20%, desplazó menos de 679.000 pasajeros y durante el otoño su parrilla de enlaces adelgazó hasta sumar solo cuatro rutas. Mientras, Alvedro y Lavacolla capeaban la crisis con ligeras caídas en el tráfico de viajeros del 0,7% y 5,5%, respectivamente.

Entre los tres aeropuertos había un diferencia fundamental que explica esas derivas tan distintas. En 2013 Peinador no recibió ni un euro para vuelos mientras en los aeródromos herculino, santiagués e incluso en el de Oporto sí se financiaba a aerolíneas. Entre 2007 y 2015 Vigo recibió 6,11 millones para vuelos, Santiago 13,15 y A Coruña 24,1. Ante esa situación Peinador perdió pasaje y tocó fondo.

Una vez levantado el veto del PP que bloqueaba las subvenciones en Vigo, Peinador pudo competir en igualdad de condiciones. Concello y Diputación convocaron concursos de promoción turística -Vigo es el único consistorio que usa esa fórmula abierta- y la terminal ganó rutas y pasaje.

En los últimos años Peinador ha logrado crecimientos de actividad de más del 30%, situándose a la cabeza de España y ha atraído aerolíneas y rutas hasta rozar la veintena de destinos en temporada alta. El "tirón" de Vigo, ya libre de cadenas, suscitó también el interés de compañías que no reciben ayudas, como TAP o Binter.