Más de un centenar de ponentes y asistentes participaron en las IV jornadas sobre la humanización de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), que tuvo lugar los días 24 y 25 de mayo en el salón del actos del Hospital Álvaro Cunqueiro.

Durante las conferencias se precisó en la importancia de ofrecer un trato personal y mucho más "humano" en este servicio. La asistencia sanitaria está evolucionando a pasos agigantados, exigiendo a su vez una perspectiva más amable y centrada en las personas. Cuidar de todos los implicados (pacientes, familiares y profesionales) es una necesidad ya innegociable.

Así lo reconocían por ejemplo durante su intervención Ángeles Álvarez y su marido José Antonio Vilán, uno de los ciclistas heridos en el brutal atropello múltiple de A Guarda, en el que perdieron la vida dos ciclistas.

Ángeles Álvarez "Gelu" relató su experiencia en el Chuvi y agradeció el "cariñosísimo" trato recibido. De hecho, resaltó que fueron las cosas que le decía el personal de UCI las que le ayudaron a pensar que saldría adelante. Cuenta que cuando entraba en la unidad el personal "tenía el detalle" de decirle "ha pasado una buena noche" o "está estupendo". "Me ayudaba a pensar que saldría de esta", señaló. Recordó el angustioso trance de que no se despertara tras retirarle la sedación. También de que la reconoció al abrir los ojos, pero que luego "no hablaba, no se movía, no reconocía nada". "Fue muy duro". Echó en falta que siempre fuera el mismo especialista el que los visitara en planta, pero destaca el buen trato de todo los profesionales que los atendieron un mes y medio en el Cunqueiro y otros tantos en el Meixoeiro.

Tras la clausura de las jornadas, todos los asistentes posaron reivindicando su seña: las manos en "H".