Desde su tienda y taller, Motos Ponte, Jorge Ponte ha disfrutado de una posición privilegiada para seguir toda la deriva motera de Vigo: la racha de las ventas, el desplomo de la matriculaciones durante los años más crudos de la crisis y, ya en los últimos tiempos, el repunte del parque local. El mercado que se topó con la crisis y el que salió de ella, sin embargo -anota Ponte- guardan bastantes diferencias.

"Hacia 2007 cerca del 65% de las motos que se vendían eran de más de 125 centímetros cúbicos, mientras que los scooters representaban cerca del 35%; ahora esos porcentajes han dado la vuelta", explica el veterano director de Motos Ponte, que acumula décadas en el sector. La razón de ese "vuelco" sería el diferente perfil de unas y otras. Las motos de mayor potencia se asocian al ocio, las que tienen cilindradas menores se compran más por razones prácticas, para desplazarse por la ciudad de una forma fluida. Cuentan además con la ventaja de que las de 125 cc se pueden conducir con el carné B1, sin necesidad de disponer de un permiso especial.

En cualquier caso, Ponte está convencido de que "el futuro va a ser eléctrico". "Los scooters eléctricos van a dominar el panorama; en cuestión de cinco años se verán cosas diferentes", comenta.