Vigo arrancó 2018 como finalizó el ejercicio anterior, liderando las urbes españolas de más de 75.000 habitantes que antes abonan sus facturas a proveedores de obras y servicios. El concejal de Hacienda compareció ayer para ratificar las buenas cifras de la gestión económica viguesa que vuelve a lograr en abril un dato muy por debajo de la media nacional. El gobierno local cerró el mes pagando sus facturas en 11,39 jornadas, encabezando de nuevo el ranking elaborado por el Ministerio de Hacienda.

El Concello hizo frente a sus pagos en una media de 15 días en enero, de 13 en febrero, de 14 en marzo y de 11,39 en abril, según el último dato publicado. "Son tiempos extraordinariamente breves" que ponen de manifiesto el rápido cumplimiento de nuestras obligaciones y la existencia de liquidez, algo de lo que no pueden presumir municipios próximos", destacó Aneiros en rueda de prensa.

El edil compareció tras la aprobación de la cuenta general del presupuesto de 2017, que se cerró con superávit y cumpliendo las reglas de estabilidad del Ejecutivo central. El documento cifra en 500 euros la presión fiscal media por habitante en el municipio de Vigo. "Es la más baja de las urbes gallegas", insistió el responsable de la Hacienda Local que la contrapuso con los 568 euros de A Coruña, los 572 de Pontevedra, los 612 de Santiago o los 698 euros que de media se recaudan en Ourense. El hecho de sumar a esta circunstancia una deuda cero por la que no hay que desembolsar intereses permite, a ojos del gobierno local, "afrontar los gastos y la política municipal con garantías" al tiempo que se eleva el gasto corriente. Según los cálculos de Aneiros, los vigueses reciben más fondos en servicios públicos de lo que ingresan en impuestos. En concreto, el gasto por habitante se establece en 676 euros frente a los 500 que se recaudan. "Esta buena gestión se percibe a pie de calle con humanizaciones, visitas de fuera o la atención a las personas que lo necesitan", defendió el responsable de las arcas municipales.