Las letras OVR pintadas en sus reactores y la bandera de México en el morro ofrecen suficientes pistas sobre la identidad del propietario del despampanante Bombardier BD-700-1 A10 Global estacionado en el aeropuerto de Vigo. A diferencia de otros acaudalados amigos a los que ha invitado a su mansión en Avión -caso de Carlos Slim, uno de los eternos en los primeros puestos de la lista Forbes-, el magnate ourensano Olegario Vázquez Raña no hace ningún esfuerzo por ocultar la propiedad de un avión privado y tampoco teme que por medio de su indistinguible matrícula le controlen sus idas y venidas, una cuestión que obsesiona a sus acaudalados compadres.
Así que cuando aterriza en Peinador, lo que ocurrió este fin de semana, todo el aeropuerto sabe de quién ese jet que cuesta una auténtica fortuna. Hasta saben incluso que permanecerá aquí varios días. Porque es lo que suelen durar las visitas que realiza a su tierra el dueño del Grupo Empresarial Los Ángeles, un conglomerado con intereses en el sector hospitalario, hotelero y de los medios de comunicación de México. Y como siempre, Olegario lo hace acompañado de su esposa, María de los Ángeles Aldir.
Hasta el año pasado, el matrimonio viajaba de México a Galicia una vez por mes. En cambio este 2018 parece haber reducido la frecuencia de sus visitas. "Hacía tiempo que no venían", apuntan fuentes aeroportuarias para quienes la llegada del jet de los Raña en vísperas del verano supone el arranque de la temporada "VIP" en la pista viguesa.
Una presencia de lujosas aeronaves que contrasta en la actualidad con la de los cargueros que desde la semana pasada y hasta ayer aterrizan en Peinador fletados por PSA.
