Jornada de ajetreo y de muchas caras felices en la sede de Quantum de Porto do Molle (Nigrán). Con dos meses de retraso por el mal tiempo y la tramitación de permisos, la boya diseñada por investigadores vigueses para obtener energía de las olas emprendía ayer, cerca de las dos de la tarde, su viaje hacia Punta Langosteira. Dos tráileres transportaban el prototipo y sus elementos auxiliares, cuyo montaje en la explanada del puerto exterior de A Coruña se desarrollará, como mínimo, durante las próximas dos semanas.

"Lo esperábamos como agua de mayo", celebraba Ánxel Besteiro, uno de los cuatro implicados en el proyecto Life DemoWave que custodiaron a la boya durante su traslado y supervisarán los trabajos en Langosteira. "Llegaremos entre hoy y mañana [por ayer y hoy] y, en cuanto descarguemos, iniciaremos el montaje. El 90% de los componentes ya fueron ensamblados en Vigo pero los de mayor tamaño lo serán en A Coruña y siempre pueden aparecer imprevistos. Como mínimo, tardaremos dos semanas en tener lista la boya para la botadura", explicaba poco antes de emprender camino.

Todos los elementos, excepto algunos de carácter más especial, han sido fabricados en empresas de Vigo, Porriño Marín o Rianxo. Y los responsables de DemoWave han subcontratado a un taller y a una compañía de grúas de alto tonelaje de A Coruña para proceder al montaje. Además trasladaron desde Vigo dos casetas de obra y una gran carpa para hacer más llevaderas las tareas.

"Aunque en este caso hemos contado con camiones de grandes dimensiones, nuestra boya puede ser trasladada por carretera sin necesidad de un transporte excepcional. Y otra de sus ventajas competitivas es que puede ser montada en cualquier lugar sin necesidad de soldaduras porque todos los elementos van atornillados", destaca Besteiro.

La novedosa tecnología viguesa, que busca aprovechar el gran potencial undimotriz de la costa gallega, puede presumir además de obtener la misma energía que otros dispositivos de mayor tamaño. El prototipo validará dos sistemas -uno mecánico y otro hidráulico-, aunque las simulaciones previas ya adelantan un mejor rendimiento de este último.

El proyecto Life DemoWave recibió una financiación de 1,8 millones de euros y está liderado por Quantum Innovative, spin-off de la Universidad de Vigo. Cuenta también con la participación de tres grupos de investigación del campus -CIMA, Energía Eléctrica y Procesado de Imagen-, así como de las empresas Hércules Control, Grupo Josmar y ACSM, y del Cetmar.

El promotor de esta iniciativa es el profesor José Antonio Vilán, que continúa recuperándose del grave accidente sufrido hace dos años. Ayer bautizó el prototipo como Gelula en homenaje a su mujer Gelu y a sus dos hijas, Lucía y Laura. El nombre se añadirá antes de la botadura a la estructura, donde también estamparon sus firmas hace algunos meses alumnos del IES Val Miñor.

De forma paralela al montaje de la boya en el puerto coruñés, los expertos procederán a la instalación del punto de amarre en la zona experimental de Langosteira designada por el Instituto Enerxético de Galicia (Inega). El prototipo permanecerá desacoplado del fondo marino pero contará con tres amarres de gruesas cadenas, y su fisonomía le ayudará a sobrevivir en un área de unos 50 metros de profundidad que el pasado enero batía su récord de oleaje: 19,23 metros.

Una vez finalizados los trabajos de ensamblaje, el dispositivo será botado al mar, operación que requiere condiciones propicias de poco viento. "La primera semana permanecerá en el interior del puerto para comprobar que todos los sistemas están operativos y, a partir de ahí, será arrastrado por un remolcador hasta el size que nos han designado", explica Ánxel Besteiro.

La boya pesa 11 toneladas, mide 17 metros -incluido el tubo inferior- y su parte superior, de la que serán visibles unos 5 metros, cuenta con un diámetro de 4. Su potencia es de 25 kilovatios, un rendimiento equivalente al de formatos experimentales mucho mayores, de hasta 50 toneladas, y una vez validada su tecnología podrá escalarse a dimensiones comerciales.

Durante el periodo de prueba, los investigadores vigueses recibirán información puntual del rendimiento del prototipo. "Cuenta con varios sistemas de comunicación en paralelo para mantener el contacto en todo momento. Y también dispone de una cámara de vídeo que muestra imágenes de la boya, no del exterior. Podríamos saber qué está ocurriendo en Punta Langosteira desde cualquier parte del mundo, solo necesitamos acceso a internet. Y de forma telemática se pueden corregir incidencias como un calentamiento del motor, además de ejecutar acciones de arranque y detención o de puesta en marcha de medidas de emergencia".