Todos los conductores que en los últimos cuatro meses acabaron atrapados en algunas de las retenciones registradas en Rande a causa de los trabajos en el puente coincidirían en la excepcionalidad de estos casos como argumento irrefutable para eximirles del pago del canon que cobra Audasa. Una exigencia que comparten la Confederación de Empresarios, la Diputación, los Concellos de Vigo y Pontevedra y hasta la Valedora do Pobo. Y ahora que el clamor ciudadano e institucional elevó su volumen hasta parece que el Ministerio de Fomento estaría dispuesto a ordenar a Audasa el levantamiento de las barreras del peaje cuando se produzcan atascos. Pero solo lo parece, porque el departamento de Íñigo de la Serna adoptará esta decisión únicamente "en casos muy concretos" y "tras al pertinente análisis de la situación". Es decir, de entrada, no.

Fomento se reunió ayer con representantes de Audasa, una cita forzada por la oleada de críticas lanzadas desde la clase política y empresarial viguesa ante el colapso casi diario del viaducto que sufren miles de conductores. Como aquellos que hartos de aguantar parados en las colas se sublevaron este fin de semana al exigir al peajista el levantamiento de la barrera sin importarles la amenaza de la sanción por impago del canon. Con estos controvertidos antecedentes era impensable que en el encuentro con los directivos de la concesionaria, los del ministerio omitieran la demanda de Vigo, pero el resultado no colma ni mucho menos las expectativas de los afectados.

En su comunicado Fomento anuncia que intensificará hasta el final de los trabajos con afección al tráfico la inspección de la autopista en el área metropolitana de Vigo. Será esta vigilancia especial la que le permitirá evaluar aquellas "situaciones excepcionales" que deberían concurrir para ordenar a Audasa el levantamiento de las barreras aunque sin concretar ningún otro detalle más allá de que se planteará esta "posibilidad" solo en "casos muy concretos y tras el pertinente análisis de la situación". Y para despachar esta cuestión, como queriendo minimizar el impacto del cobro de un peaje por circular por un tramo colapsado, recalca que "desde 2006, el tráfico entre Vigo y O Morrazo, que es el mayoritario, es libre de peaje para el usuario".

Feijóo presiona

Para el presidente de la Xunta, en cambio, la concesionaria estaría obligada a replantearse el cobro del peaje a los conductores que padecen los atascos. Feijóo argumentó ayer que si el confort, la seguridad y la facilidad para recorrer el puente que da derecho el pago del peaje se reduce a consecuencia de las obras y las retenciones se prolongan "es evidente que las políticas de peaje tengan que ser repensadas". El jefe el Gobierno gallego instó a la concesionaria a terminar los trabajos de conservación del viaducto "en el menor tiempo posible". "Utilizando todos los turnos, incluido la noche", indicó tras recordar que "nosotros advertimos que el 11 de mayo iba a entrar la autovía de O Morrazo a funcionar", zanjó.

En realidad sobre las obras en el puente se centra la nota de Fomento. En primer lugar anuncia un operativo especial de tráfico por la festividad del Día de las Letras Galegas. Así, desde las 13.00 horas de ayer y hasta el lunes 21 quedarán habilitados "en todo momento en sentido norte" los tres carriles de circulación", mientras que en sentido sur solo funcionarán dos carriles hasta el domingo, "jornada en la que quedarán habilitados todos los carriles del puente".

El ministerio avanza que desde el 21 de mayo se trabajará "muy intensamente las 24 horas del día, incluso los fines de semana con el objetivo de finalizar la segunda fase de la actuación", la correspondiente, explica, a la rehabilitación de los antiguos tirantes del puente. Esta actuación también implicará "afecciones diurnas al tráfico hasta el 31 de mayo", si bien dice que establecerá "medidas adicionales que minimicen las afecciones los lunes y viernes, coincidiendo con las horas punta semanales".

A partir de esta fecha, ya en junio, los trabajos en el puente continuarán con la tercera fase, también de rehabilitación pero del viejo tablero metálico por su desgaste durante 40 años de exposición al ambiente marino. En todo caso, el ministerio asegura que las afecciones al tráfico "serán mínimas".