Las K9 debutan en la terminal de vehículos de Bouzas. Las primeras unidades de la nueva generación de furgonetas del Grupo PSA han empezado a llegar a la gigantesca explanada Ro-Ro. De momento la avanzadilla de estos nuevos modelos fabricados en la planta de Balaídos es muy reducida, pero el flujo irá creciendo de forma gradual a lo largo de este mes, según las previsiones anunciadas por la fábrica a los operadores. La irrupción de estos vehículos se produce cuando la capacidad de estacionamiento del recinto boucense bordea el límite con 17.000 coches.
Como avanzó FARO, responsables del operador logístico de la planta de Balaídos, Gefco, ya habían anticipado a finales del pasado mes a los operadores de la terminal que la llegada de las furgonetas surgidas del proyecto K9 saldrían hacia Bouzas a lo largo de este mayo "de forma constante". Para las empresas que gestionan el movimiento de los coches el anuncio sirvió para diseñar la distribución de las zonas de aparcamiento de los nuevos modelos -Peugeot Rifter, Opel Combo y Citroën Berlingo- y combinarlas con el resto de unidades que pueblan la campa dominada por PSA junto a un crisol de marcas de presencia muy inferior compuesto por Renault, Toyota, Mercedes o Ford.
Tanta antelación ahora parece exagerada dada la dimensión de esta primera caravana con el sello K9. Entre las flamantes furgonetas que se encuentran en la actualidad estacionadas y las que fueron embarcadas estos días en buques de Suardiaz hacia Francia -dirigidas en su mayoría a su exposición en concesionarios- suman cerca de 60 las que protagonizaron su estreno en Bouzas. Todas ellas pertenecían a la versión de turismo, categoría que ofrece un confort interior muy superior al del modelo industrial, "sorprendente", en opinión de los estibadores que ya pudieron manejarlas.
A partir de ahora buena parte de los vehículos de esta generación de PSA que entrarán en el recinto portuario, además de crecer en número, permanecerán "bastante días, puede que hasta semanas aparcadas", estiman los operadores, restando así espacio a los vehículos de estancia corta porque ya tienen destino decidido. Por esta razón, la información dada previamente a las empresas resulta crucial para la optimización de la superficie disponible.
Más importante todavía si como ocurre en estos momentos la ocupación de la explanada roza el 80%. "Técnicamente", como recuerdan siempre desde la Autoridad Portuaria, ese porcentaje representa el límite de la capacidad de la terminal, con 17.000 vehículos estacionados. El aforo máximo podrían estirarse hasta los 20.000, aunque sería a costa de reducir los carriles de circulación que se necesitan para mover con total seguridad el ingente movimiento de coches, de diferentes marcas y con destinos dispares.
Además de producirse con la campa llena, la llegada de la K9 coincide con el inicio de una serie de obras que supondrán un aumento del ámbito del estacionamiento solo que durante su ejecución lo recortará. Entre las actuaciones más importantes se encuentra la ampliación del silo, consistente en el adosamiento de una media entreplanta de 10.000 m2 aprovechando el hueco entre el suelo y el primer nivel; y la reordenación de los accesos que gracias al derribo de los antiguos almacenes de armadores ampliarán 5.000 m2 el recinto. Por estos trabajajos, los operadores prevén unos "meses difíciles".
Desde 1 de junio, todas agrupadas en 48.000 m2
- Con esta reducida primera tanda de furgonetas K9 que llega a Bouzas cualquier rincón vale para su estacionamiento. Pero esta alternativa será inviable cuando comiencen a entrar los volúmenes importantes, lo que podría producirse a partir del 1 de junio. Esta fecha ha sido elegida por la dirección de la fábrica de PSA para comenzar a utilizar la "Parcela D", la extensión de 48.000 metros cuadrados que Zona Franca devolvió recientemente a la Autoridad Portuaria. Con un aforo estimado en un millar de vehículos -cifra que podría recortarse al compartir espacio con los contenedores de Progeco- fuentes de la terminal aseguran que a partir de principios de junio todas las K9 se agruparán en esta parcela. La mismas fuentes apuntan que los responsables de la fábrica ya habrían pactado los precios del uso de esta superficie con la Autoridad Portuaria, "bastante más bajos" que cuando el terreno lo administraba Zona Franca.
