Uno de los colectivos más perjudicados por los frecuentes atascos en el puente de Rande es el de los transportistas. Al verse "atrapados" en los embotellamientos de la AP-9 pierden su tiempo, pero también su dinero y parte de la competitividad de sus negocios. Por esa razón Ramón Alonso, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías (Asetranspo), reconoce el "cabreo" que cunde en el sector. "Audasa tiene que hacer las obras durante horas en las que no moleste", reivindica Alonso, y remarca: "Cuando lo haga en horas laborales que no cobre, al menos".

El responsable de Asetranspo muestra su malestar con que los camioneros se vean obligados a abonar los peajes íntegros, sin ningún tipo de compensación, a pesar de que el servicio que se les presta en la AP-9 no es el adecuado. "Las administraciones tienen que intermediar", insiste Alonso, quien señala que los clientes de las empresas de transporte son cada vez más exigentes y la rapidez de las entregas resulta decisiva. El sector busca optimizar tiempos, pero... "¿Y cuándo llegamos a Rande?", se pregunta el presidente de Asetranspo.

"Mientras duren las obras, si no se garantizan los tiempos, que no se cobre", reivindica Alonso, quien "no ve normal" que las prestaciones empeoren sin que se altere su precio.