Las rampas mecánicas diseñadas por el gobierno local para mejorar la movilidad y transformar el bulevar de Gran Vía no podrán ejecutarse. La mayor inversión del mandato, con 4,8 millones de euros presupuestados para el ejercicio 2018, queda en suspenso de forma temporal al contar con un informe desfavorable de la Dirección Xeral de Patrimonio. El documento emitido el pasado miércoles concluye que el proyecto presentado por el Concello de Vigo "no es acorde con la preservación del conjunto urbano de gran valor social y cultural del que forma parte la Gran Vía". Desde la Xunta aclaran que el diseño encargado a Iceacsa Consultores no cumple las directrices de la Lei 5/2016 do Patrimonio Cultural de Galicia y no puede ejecutarse en las actuales condiciones por lo que se reclama a la administración promotora una nueva propuesta.

El Ejecutivo gallego dejó claro ayer que el informe elaborado por técnicos autonómicos y que emana de la comisión territorial reunida el día 9 es "de obligado cumplimiento" y que por lo tanto la obra cuya ejecución debería arrancar a lo largo de este mes no podrá llevarse adelante. Por ahora se aplaza sin fecha porque tampoco los técnicos municipales tienen claro el alcance del dictamen que se les comunicó ayer a mediodía. En un primer momento el propio alcalde, tras escuchar a los funcionarios de Patrimonio Histórico de Vigo, avanzó que la resolución no era vinculante y que el proyecto seguía "adelante". Pero horas después se matizó este extremo y se está a la espera de que técnicos y servicios jurídicos evalúen si se podrá continuar con la adjudicación, en fase de valoración de ofertas, o habrá que hacer cambios en el diseño de las cintas transportadoras.

El proyecto salió a licitación por 8.998.098 de euros el pasado febrero y las obras deberían arrancar entre mayo y junio para poder cumplir el calendario. Estaba previsto inaugurarlas antes de las elecciones de 2019, fecha que ahora queda en el aire. El gobierno local tiene 15 días para presentar alegaciones a un proyecto financiado con fondos europeos EDUSI y que Abel Caballero siguió defendiendo ayer como "excepcional" por estar pensado para facilitar el ascenso entre Urzáiz y Plaza de España, con pendientes de entre el 7 y el 9%, en una zona con población muy envejecida.

El informe autonómico señala que la actuación se enmarca en un ámbito donde se sitúan cuatro edificios incluidos en el Catálogo del Plan Especial del Ensanche con diversos grados de protección y otros cuatro protegidos por la normativa autonómica tras la anulación del PXOM de 2008.

Nueve líneas

Cinco de sus siete páginas se centran en analizar la evolución de Gran Vía desde su apertura en 1938 y concluye en nueve líneas finales que el proyecto municipal "no es acorde con la preservación del conjunto urbano" al que otorga "gran valor social y cultural" sin especificar qué elementos del patrimonio estarían en riesgo. Se define la avenida como "un elemento de la estructura urbana característica de un momento histórico y de formación de la ciudad" y se pide un nuevo diseño que "respete el carácter de la calle" integrando las construcciones, jardines, arbolado y elementos de mobiliario y ornamentación con los criterios que establece el artículo 46 de la ley gallega para intervenciones en entornos de protección de edificios catalogados.

Patrimonio no concreta qué debe cambiarse, solo de forma genérica que el Concello debe presentar un nuevo proyecto que mantenga "los valores ambientales y la armonía con el ámbito".

Por el momento el gobierno local está "estudiando" la resolución de la Xunta y no se pronuncia sobre una posible revisión del diseño de las rampas, insistiendo en que lograron el máximo volumen de ayudas que otorgaba la UE para proyectos de desarrollo sostenible. El alcalde insistió ayer de forma reiterada en que se trata de un dictamen subjetivo que atribuye a una "decisión política de intentar paralizar los grandes proyectos de la ciudad". A las rampas se consignaron para este año 4,8 millones de euros que serían completados a lo largo de 2019.

"Se trata de adaptar la avenida al siglo XXI, con más zonas verdes, mayor arbolado y mecanismos que faciliten el ascenso de gente mayor", defendió Caballero, quien insistió en el respaldo de la ciudad a la actuación. "Como no lograron parar la obra con movilizaciones a las que iban 120 personas ahora se sacan este dictamen", criticó el regidor, que ve al PP "dentro de una campaña política". "Es una broma, una tomadura de pelo", esgrimió respecto al contenido del texto que les enviaron ayer.

Otro de los puntos principales que sorprendieron a Praza do Rei es que la Xunta no se pronunció durante el periodo de alegaciones, una situación que atribuyó a que en enero el partido estaba "centrado en otras guerras" y que fue más tarde cuando decidieron "parar" la ciudad. El alcalde no entiende que se pongan obstáculos a las rampas de Gran Vía separadas 15 metros de los edificios catalogados y que se dejara ejecutar sin impedimentos la escalera mecánica de II República a los pies de uno de los edificios más valiosos de la ciudad. También recordó las intervenciones para cambiar adoquinado en García Olloqui o Plaza de Compostela y mencionó los ejemplos de Toledo o Vitoria que optaron por soluciones mecánicas para sus cascos urbanos protegidos.