El alcalde de Vigo insiste en el aval que la UE dio al proyecto de las rampas mecánicas de Gran Vía y cuestiona el informe de la Dirección Xeral de Patrimonio por carecer de argumentos técnicos para rechazar el diseño presentado y exigir una nueva propuesta. "La técnica que valora la actuación no señala ninguna incompatibilidad entre el proyecto y el entorno y en ningún caso aconseja la paralización", destacó Abel Caballero tras leer con calma el informe.

Otro de los detalles que más sorprenden en Praza do Rei es la celeridad del dictamen. El regidor recordó que para la humanización de García Barbón se pidió informe el 26 de enero y aún no se tiene respuesta. En la misma situación están las reformas de Serafín Avendaño o Camelias. "Para otros proyectos tardan meses o un año y este se resolvió en 20 días. Lo nunca visto", insistió Caballero, que atribuye personalmente a Núñez Feijóo la decisión de paralizar las rampas.

Por ahora el Concello no aclara si presentará alegaciones en los 15 días que tiene de plazo para responder a Patrimonio o si se plantea revisar el diseño actual de la reforma entre Urzáiz y Plaza de España.