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El impacto económico del festival del deporte y la cultura urbanos

O Marisquiño dispara su gancho turístico: hoteles llenos una semana después de saberse sus fechas

Un mismo cuarto llega a costar hasta un 30% más el viernes de la cita que la semana anterior o posterior -Una decena de establecimientos ya anuncian en Internet que no disponen de plazas -El evento registró en 2017 más de 160.000 visitas

En los hoteles de Vigo (y comarca) hay dos fechas señaladas en rojo en el calendario: O Marisquiño y Conxemar. Aunque los congresos, ferias y salones empiezan a ganar pulso tras haberse desplomado a raíz de la crisis, ninguno puede competir con esas dos citas en la cantidad de visitantes que atraen a la ciudad. Conxemar se lleva la palma como evento empresarial. Cada octubre llena los alojamientos de Vigo y su área con representantes y comerciales del sector del congelado llegados de todo el mundo. O Marisquiño, probablemente, lo hace en afluencia. Y con un perfil muy distinto: deportistas, equipos técnicos, patrocinadores... pero también familias y jóvenes amantes de los deportes urbanos. El festival sitúa a Vigo durante varios días como capital del skate, BMX, grafiti... y atrae a visitantes tanto de otros puntos de Galicia como de latitudes más lejanas.

Prueba de su tirón es que apenas una semana después de que se desvelasen sus fechas -del 10 al 12 de agosto- el "efecto O Marisquiño" se deja sentir ya en los alojamientos de la ciudad. La web de reservas Booking, una de las más populares y empleadas por los turistas, muestra un pico importante de demanda que coincide con el arranque del festival, entre el 10 y 11 de agosto. En concreto, la web informa de que hay una decena de hoteles sin plazas disponibles para la noche del viernes 10 al sábado 11.

Esa decena de establecimientos sí ofrecen plazas para fechas próximas al festival. En Booking figuran otros alojamientos que también anuncian "no tener disponibilidad" de camas para esa noche (10-11 de agosto), aunque a diferencia de la otra decena no ofrecen cuartos para semanas anteriores o posteriores al festival. Justo siete días antes y después, el número de establecimientos que están al 100% de su capacidad se reduce a unos cinco.

El presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi), Jaime Pereira, reconoce el gancho cada vez mayor de O Marisquiño. "Desde que se conocieron las fechas del festival se han recibido llamadas para hacer reservas, en algunos casos incluso de las que no son reembolsables", explica. A modo de ejemplo Pereira apunta que en un solo hotel del centro de Vigo llegó a recibirse cerca de una decena de reservas desde que hace una semana se desvelaron las fechas de O Marisquiño.

"La gente que viene por el festival sabe que cuando se hacen públicas las fechas tiene que anticiparse", apunta César Sánchez-Ballesteros, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios del Hospedaje (Asehospo). En su opinión, O Marisquiño no solo es atractivo por la cantidad de visitantes que atrae a Vigo; lo es además por que sirve de escaparate para las Rías Baixas y "complementa" a Vigo como destino familiar.

"Hay familias con hijos jóvenes que gracias al festival tiene un aliciente más para venir. O Marisquiño es un atractivo que pesa en el proceso de decisión", apunta Sánchez-Ballesteros. Además de las playas, la gastronomía, Cíes... quienes planifican sus vacaciones pueden contar con el atractivo del festival para los más jóvenes.

Otro de los indicadores del "boom" de demanda durante las fechas de O Marisquiño son las tarifas. Booking muestra que, en general, los precios para esas fechas son superiores a los de julio y agosto. Un hotel del centro, por ejemplo, pide 167 euros por una plaza para la noche del 10 al 11 de agosto. Por ese mismo cuarto se cobra el viernes anterior 132 euros y el siguiente 154. Otro alojamiento del casco urbano -de dos estrellas- pide 90 euros para el viernes del festival, 65 por el anterior y 70 por el de la semana posterior a la cita.

No todos los negocios de la ciudad aplican subidas tan pronunciadas y en algunos casos las tarifas se mantienen estables, pero el repunte de precios se detecta en un buen número de los establecimientos que se anuncian en Booking.

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