Todavía no existe un acuerdo definitivo para el reparto de horarios que tendrán las navieras que operan los viajes a Cíes en verano, aunque si avances significativos. Las compañías perfilaron ayer con la Xunta de Galicia una distribución definitiva de los barcos. Tras varias reuniones celebradas en las últimas semanas en las que no se logró ningún consenso, parece que el conflicto está a punto de llegar a su fin y en pocos días podría anunciarse un pacto que satisfaga a todas las partes.

Fuentes del Ejecutivo gallego confirmaron ayer a este periódico que faltaba "muy poquito" para hablar de acuerdo cerrado, aunque todavía quedaban por perfilar una serie de cuestiones con alguna de las navieras.

El conflicto entre las partes arrancó cuando la Xunta anunció que este año implantaría un nuevo sistema de reservas tras la sobreventa de billetes del último verano, donde se detectó un exceso de visitantes de hasta 8.000 personas. La Dirección Xeral de Patrimonio decidió reducir el número de atraques en el muelle de Rodas, pasando de los 52 del año pasado a los 38 previstos para el presente ejercicio.

En cuanto se cierren los horarios con las siete navieras autorizadas para el transporte regular al archipiélago vigués, la Xunta podrá activar la nueva central de reservas para la temporada alta. Actualmente, los usuarios que quieran conseguir un pasaje a Cíes deben conformarse con hacerlo para los fines de semana y festivos de mayo. La opción de hacerse con un permiso para más adelante está deshabilitada, lo que ha provocado las quejas de las compañías implicadas. También del sector hotelero, que urge a las partes a lograr un acuerdo que no ponga en peligro la llegada de visitantes a la ciudad.

Desde Semana Santa todos los usuarios que quieran pisar la joya de Illas Atlánticas deben obtener una autorización autonómica antes de comprar un billete a alguna de las navieras. El sistema es similar al que la Xunta emplea en la playa de As Catedráis desde 2015. El Gobierno gallego ya anunció que este verano desplegará personal en los diferentes puertos de salida para cotejar la validez de los permisos de todos los visitantes. Además, trabajadores del Parque Nacional harán lo propio en el muelle de Rodas.