A última hora de la mañana de ayer la tripulación del remolcador Eddy I recibió por fin la comunicación que llevaba esperando desde que Capitanía Marítima ordenó a finales de marzo la inmovilización de su buque en puerto tras detectar graves deficiencias. Entre otras, algunas relativas a su documentación como un irregular abanderamiento que a todos los efectos lo convertía en un barco pirata. Subsanar esta irregularidad fue el principal motivo por lo que permaneció tanto tiempo inmovilizado, 46 días en total. Al final consiguió abanderarse en Panamá y rectificar todas las deficiencias en las que se motivó el expediente sancionador al que tendrá que hacer frente su armador holandés. El Eddy I zarpó del muelle de Comercio por la tarde rumbo a Rotterdam y dejando atrás el puerto de infausto recuerdo para sus cinco tripulantes croatas.