El sindicato CIG-Saúde exigió hoy Sergas el "cese de las personas responsables de la gestión de la crisis" generada por un episodio de contaminación con óxido de aluminio en los contenedores de esterilización del material quirúrgico en Vigo.

Ese episodio generó la suspensión de decenas de intervenciones en el Vigo, por lo que ahora el sindicato reclama medidas para evitar que se repita la situación.

En un comunicado, CIG pregunta la razón de que en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo "no exista una central de esterilización", especialmente por ser el centro médico de Vigo en que se practican las "intervenciones más complejas".

Indica que el 2 de enero de 2014 la Consellería de Sanidad publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea la licitación para un contrato de gestión de esterilización y la provisión de material quirúrgico para el Sergas por valor de 132 millones de euros.

Pero el anuncio "no se llegó a concretar" debido a las "protestas de los jefes de servicio de Medicina Preventiva, los profesionales de las centrales de esterilización y las plataformas en defensa de la sanidad pública", puntualiza.

Añade que en ese contexto, las autoridades decidieron "sacar del hospital Álvaro Cunqueiro la central de esterilización y ponerla en el hospital Meixoeiro", lo que requirió hacer "obras importantes que atrasaron su puesta en marcha" y señala que "la única razón que justifica esta medida es que tuvieran previsto privatizarla".

Subraya que quienes tomaron esa decisión fueron la entonces conselleira de Sanidad Rocío Mosquera y el también entonces director general de Asistencia Sanitaria Félix Rubial.

El sindicato considera que el Sergas, que gestiona los hospitales públicos gallegos, "tiene que explicar si las razones que llevaron a utilizar temperaturas en el límite alto del rango de los equipos y concentraciones elevadas de los diferentes productos químicos empleados tiene algo que ver con la necesidad de someter el material a un transporte constante del Meixoeiro al Cunqueiro".