"No por esperado, estamos menos contentos", señalaba ayer el director de Gradiant tras conocer el archivo del caso. Una decisión que se produjo el mismo día que el centro tecnológico cumplía 10 años: "Nosotros siempre defendimos que todo se hizo de forma correcta y que los proyectos estaban bien ejecutados y de acuerdo a la normativa de estas subvenciones. Queda clara la falta de base de la denuncia y que era mayor el interés por airearla".

Pérez Freire entiende que la declaración del director de Balidea confirmó lo que el juez "ya tenía bastante claro" tras la declaración del gerente de Gradiant y el informe del propio CDTI: "Son temas complejos que exigen un grado de especialización elevado y es de entender que surgiesen dudas, pero siempre mantuvimos que nuestra actuación era correcta y el auto lo refrenda".

Lamenta que se haya "puesto en duda" el trabajo de los más de 100 empleados, así como el daño a la imagen del centro: "Ha habido un impacto claro. La actividad del último año ha sido de las más potentes y hay cosas que se podrán retomar, pero en otras perdimos el tren". En todo caso, subraya que cumplir 10 años significa que Gradiant "se ha guiado siempre por los estándares de transparencia, profesionalidad y ética".