La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dar cerca de 10.000 pasos al día como fórmula para combatir el sedentarismo y el sobrepeso. Para aquellos que cada día cumplen con su caminata resulta un bálsamo y una motivación cambiar el oscuro asfalto por el verde o el azul marino. Los distintos concellos que miran a la ría de Vigo cuentan con hermosas sendas litorales para largos paseos ideales para andainers. Destacamos cinco de ellas que, por sus valores paisajísticos e históricos, cautivan los sentidos y confortan el alma.

Baiona: desde Monte Boi hasta A Foz

La ruta parte de Baiona, al fondo, y bordea la ensenada da Foz, en primer plano. Iñaki Abella

Esta ruta combina la espectacularidad de los embates del mar con la calma del estuario del río Miñor. Se puede partir de la playa de A Cuncheira y rodear la fortaleza de Monterreal para proseguir por el paseo marítimo hasta la playa de Santa Marta. Al fondo del arenal, sobre las rocas, se asienta un mirador sobre el que se erige una escultura en hierro de Soledad Penalta. El paseo continúa hasta una pequeña ermita que sobrevivió a los ataques de distintas banderas que asolaron la villa en el siglo XVI, incluyendo al famoso pirata Francis Drake.

Al dejar atrás la capilla de Santa Marta, uno se adentra en la playa de Ladeira, un hermoso brazo de arena que separa el océano del estuario de A Foz. Tras bordear la marisma por la margen baionesa podemos cruzar el río Miñor por su puente medieval. La larga infraestructura está sostenida sobre diez vanos y en su centro destaca un crucero dedicado a San Telmo, patrón de los navegantes. Ya en la ribera nigranesa de la marisma, la ruta continúa hacia Monte Lourido. Este paseo constituye un punto de observación de aves, desde donde se pueden divisar especies como gaviotas, cormoranes, charranes o garzas.

Redondela: el río Alvedosa

Vista de uno de los tramos de la senda del río Alvedosa. Antonio Pinacho

La caminata se puede se iniciar detrás del edificio consistorial. Siguiendo la canalización del río Alvedosa llegamos a un paseo de madera que finaliza en el barrio de A Portela. Desde la pasarela se contempla el fondo de la ensenada de San Simón. El recorrido finaliza en Punta Socorro, donde se encuentran las ruinas de la antigua Industria Metalífera Española (IME). El complejo, levantado en 1921, fue pionero en el uso de la electricidad en la metalurgia. Tras la Segunda Guerra Mundial se empleó para la producción y recuperación de estaño y de plomo a partir de mineral y de chatarras. Cerró en 1957 y sucumbió al abandono: en los años noventa parte de la fábrica fue demolida.

El lugar de A Portela destaca por presentar una escena portuaria de lo más pintoresca, gustoso objetivo de cualquier instagramer: pequeñas embarcaciones se amarran a la costa frente a una hilera de casas de dos o tres alturas que aún recuerdan el carácter marinero del barrio.

Vilaboa: Salinas do Ulló

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Las Salinas do Ulló Gustavo Santos

Es el fondo de la ría, y por la panorámica que ofrece, uno de los lugares más bellos de la misma. Este complejo intermareal funcionó como explotación de sal desde el siglo XVII. Un dique de piedra con compuertas gestionaba el nivel de agua en la marisma para la obtención del preciado mineral. Hoy en día sirve como pasarela entre las márgenes de la ría.

Las salinas, bajo el dominio del Colegio de los Jesuítas de Pontevedra, cayeron en desuso a mediados del siglo XX. En las inmediaciones se encuentran las ruinas de la "Granxa das Salinas", un conjunto de viviendas para los dueños y trabajadores de la explotación.

El recorrido, de tipo circular, pasa por un mirador con una rosa de los vientos con espectaculares vistas de San Simón, el estrecho de Rande y las islas Alvedosas.

Cangas: Areamilla

Vista del túnel de Areamilla. Gonzálo Núñez

El sendero litoral parte de la playa del mismo nombre y desemboca en la de Liméns. Es un ruta sinuosa con algunas zonas de descanso con bancos que permiten contemplar la impresionante bocana de la ría con las majestuosas Cíes como centinelas. Como curiosidad, en el trayecto se atraviesa un túnel excavado en roca y luego una zona conocida como As Furnas, en referencia a las cuevas abiertas por el empuje del mar.

Esta ruta se puede comenzar antes, desde la antigua conservera Massó. Si se escoge este punto de partida uno se descubre un enclave singular: una laguna de agua dulce a escasos metros del mar: la Lagoa da Congorza, donde desembocan pequeños regatos de la zona.

Cangas: Cabo Home

Vista de las Cíes desde el monte do Facho en Cabo Home. Marta G. Brea

Es una de las rutas más agrestes y más hermosas. Podemos partir de la playa de Barra para subir hasta los tres faros que dominan el brazo de tierra más próximo a las Cíes. La primera antorcha que encontramos es la de Subrido. El sendero rodea la pequeña playa de Melide, conduce al "faro rojo" o de Punta Robaleira concluye en el de Cabo Home, el más inmortalizado en la red. La panorámica más espectacular se divisa aquí: los salvajes acantilados de la Costa da Vela, la isla de Ons y el Monte do Facho, morada del dios pagano Berobreo.

De hecho, en una larguísima caminata se puede continuar la marcha hacia Donón, donde se asienta la famosa escultura metálica con forma de caracola, también diana de todos los objetivos, especialmente al atardecer. Coronando el Facho se halla un castro de la Edad de Bronce.