Las lluvias con las que arrancó 2018 y que aguaron los festivos de Semana Santa no empañan los resultados de los hoteles. Entre enero y marzo pasaron por los alojamientos de Vigo 72.900 viajeros, 2.100 más que durante el mismo período del año anterior. El repunte -que reflejan las tablas que acaba de publicar el INE- fue posible gracias al calendario de citas profesionales y deportivas con las que la ciudad estrenó 2018, como el campeonato estatal de balonmano o los partidos que a principios de enero disputó el Celta.

En abril ese ritmo continuó con el congreso de cardiólogos y un torneo de dardos que dispararon la ocupación de los hoteles hasta el 80%. Prueba de la importancia del calendario congresual y deportivo es que los alojamientos vigueses lograron -de enero a marzo- su inicio de año con mayor afluencia de viajeros desde 2008.

La "inyección" de visitantes de esas citas permitió paliar los efectos de las borrascas y el marzo más lluvioso desde al menos 2011. A pesar del repunte de turistas, descendió el número de pernoctaciones, las noches que contratan los turistas. Durante el primer trimestre el INE contabilizó 140.000, unas 300 menos que el año anterior. En marzo, por ejemplo, mes en el que la afluencia de viajeros creció en 1.900 personas, se perdieron cerca de 400 estancias.

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Una de las claves del arranque de 2018 fue Semana Santa. Su resultado distó mucho de ser bueno, con apenas un 60% de ocupación debido a la lluvia y el frío, pero dejó en Vigo un goteo de viajeros. En 2017 sin embargo los festivos cayeron a mediados de abril y el efecto de la Pascua se dejó sentir en el segundo trimestre.

Esa diferencia entre 2017 y 2018 explica los resultados obtenidos en otras ciudades de Galicia. En A Coruña el INE registró un descenso importante de viajeros que sin embargo no impidió que el número de pernoctaciones repuntase. Según los datos del observatorio estadístico, la urbe herculina perdió 15.000 viajeros hasta quedarse en 82.300, mientras que en las recepciones de los hoteles se despacharon 1.700 noches más.

Algo similar ocurrió en Santiago, que perdió 2.100 turistas y ganó 15.200 pernoctaciones. En Ourense también repuntaron las noches contratadas y en Lugo se anotó un crecimiento destacado, con un aumento del 37% en el número de viajeros y del 18% en pernoctaciones comercializadas.

El inicio de año dejó buen sabor de boca en el conjunto de Galicia, donde el INE contabilizó entre enero y marzo 598.400 viajeros, 37.500 más que durante el mismo lapso del año anterior. En ese repunte el peso de las Rías Baixas fue fundamental. A lo largo del primer trimestre los alojamientos que se distribuyen por su geografía rozaron los 178.900 turistas, lo que supone un incremento de 15.700. El aumento de visitantes captados por el sur de Galicia supone así el 42% de todos los nuevos turistas atraídos en la comunidad.

Con el repunte de demanda, Vigo asienta la curva positiva que encadena desde 2014, cuando tocó fondo a consecuencia de la crisis. Entonces entre enero y marzo se anotaron 47.900 visitantes.