"El cronista de la ciudad Avelino Rodríguez Elías defendió que era el verdadero escudo de la ciudad, dada su antigüedad", cuenta Pablo López Rivas. Este escudo, pieza ornamental que formaba parte de la fuente de Neptuno y que ahora puede verse en el Paseo de los Escudos de los jardines del Pazo Quiñones de León, es el que dio origen al actual símbolo olívico.

"Normalmente el proceso de definición del escudo de una ciudad pasa por fijar un diseño y después se labra en piedra para adornar monumentos y edificios institucionales. Pero en este caso sucedió al revés. Como Rodríguez Elías había defendido tanto la importancia de este escudo, la corporación local lo tomó como modelo y en 1987 lo oficializó, con ligeras modificaciones", explica el vigués.

En el Paseo de los Escudos, al lado de este escudo labrado en piedra, se encuentra otra pieza destacada, que además permitió datar la fecha de construcción de la fuente, o más bien la fecha en la que se le colocó a la fuente la estatua de Neptuno, pues el manantial de agua potable ya estaba allí previamente. "Se reedificó en el reinado del Católico Monarca Felipe V y se removió a expensas de los propios arbitrios en el año de 1795", reza la cartela.