Todavía se desconoce qué provoca el deterioro de los contenedores de aluminio, diez días después de que el problema parara los quirófanos del Chuvi y dos meses después de que los trabajadores de la central detectaran por primera vez el problema. Tras cambiar todos los parámetros y actuar sobre los químicos, aún no se ha solucionado la situación. Los técnicos dicen que puede ser un conjunto de cosas, pero no hay certezas.

La Dirección del Sergas en Vigo está a la espera de tres informes que puedan arrojar luz: el del fabricante de más del 90% de los contenedores, Aesculap; el de la casa de los equipos de la nueva central de esterilización, Getinge Ibérica; y el del laboratorio experto en metales contratado como asesor externo. Los dos primeros se esperan la próxima semana o a principios de la siguiente. El tercero tardará más.