La solución definitiva para la crisis que están viviendo los quirófanos del Chuvi parece que no llega. Los técnicos no dan con la causa por la que aparecen partículas de óxido de aluminio en los contenedores que trasladan el material quirúrgico. Más de 400 de estas cajas ya han sido retiradas y el Sergas pospone su reposición hasta que haya revisado todas las existentes. Y el proceso va lento.

La revisión de los 1.892 contenedores con los que cuenta el complejo se inició el pasado fin de semana, cuando la central de esterilización podía centrarse en esta labor porque no tenía que surtir de material limpio a los quirófanos, salvo para las operaciones urgentes. Centrada casi al 100% en esta labor las 24 horas del día, no pudo testar con lavado manual más que un tercio de las cajas -600, según el Sergas-. De ellas, retiró dos tercios.

La Dirección informó entonces que "de forma inmediata se inicia el procedimiento para la adquisición por la vía de urgencia de los contenedores necesarios para reponer aquellos que fueron descartados en esta primera valoración". Sin embargo, ahora ha decidido posponer esta compra hasta revisarlos todos. "En este momento se está trabajando en la definición de las necesidades, en conocer el número de contenedores, para elaborar el pliego de prescripciones técnicas para la licitación", explica el Sergas.

El tiempo que se tarde en tramitar esta compra dependerá de la cantidad total de contenedores que, finalmente, se deban adquirir. Aunque la vía de urgencia "reduce sustancialmente los plazos", estos "están condicionados por el importe de la licitación", según señala.

La revisión, durante la semana, va más lenta, ya que la central se centra en garantizar las cirugías programadas por la mañana -las de tarde, en horas extra del personal, siguen suspendidas-. Preparar este material les lleva más tiempo que antes, ya que optan por otros envases con procesos más laboriosos -papel especial de dos capas y embolsado- o por lavar a mano las cajas.