Lo que hasta ahora era una vía de tren abandonada entre Vigo y Redondela pasará a convertirse en un gran paseo ajardinado para peatones y ciclistas. El Concello recibió ayer la cesión oficial del espacio por parte de Adif y ya trabaja en el diseño de una senda verde de casi cuatro kilómetros sobre el antiguo trazado ferroviario. El ramal se prolongará desde el puente de San Lorenzo, cerca de la estación de Urzáiz, hasta el limite municipal con Chapela y se dividirá en dos fases: una centrada en el paseo y otra destinada a crear varias zonas de esparcimiento. La primera de ellas, tal y como avanzó el alcalde Abel Caballero, estará terminada dentro de un año. "Es una noticia muy importante y extraordinariamente buena para toda la ciudad. Ahora mismo nos ponemos a redactar el proyecto de la nueva vía verde, que estará plenamente integrada en Teis", comentó el regidor.

El anuncio llega siete años después de que el trazado quedase inutilizado tras la apertura del túnel que en la actualidad canaliza la salida de trenes desde la urbe olívica. El objetivo del gobierno local es cerrar el proyecto en los próximos meses para ponerse manos a la obra con la transformación del entorno. El inicio de los trabajos se producirá próximamente de manera simbólica con el derribo de los muros más cercanos a la vía. "Crearemos muchos accesos desde el casco urbano para que puedan llegar los vecinos", avanzó Caballero.

El diseño será similar al que llevó a cabo la ciudad de Nueva York en el barrio de Chelsea hace casi una década. La prioridad es conservar algunos tramos de la vía para recordar los orígenes del suelo. La senda se integrará en algunas zonas urbanas, estará completamente iluminada y contará con mobiliario para que los usuarios puedan descasar. Además, en la segunda fase de las obras, el Concello prevé crear varias zonas abiertas a modo de plazas para que los vecinos dispongan de un gran área de esparcimiento a pocos metros de sus casas.

Haz click para ampliar el gráfico

La futura vía no se detendrá al llegar a Chapela. El alcalde redondelano, Javier Bas, firmó hace unos meses la cesión de suelo ferroviario para dar continuidad a la nueva senda a lo largo de 1,6 kilómetros más.

El logro de esta demanda histórica llega después de que FARO denunciase en octubre de 2016 el abandono de los terrenos por parte de Adif, provocando que roedores, culebras y otros animales se adentrasen en las viviendas cercanas. Poco después, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias se comprometió a limpiar la zona y se fue forjando la idea de crear una senda para peatones y ciclistas. Distintas asociaciones defendieron el proyecto en la Semana de la Movilidad celebrada en septiembre y ayer recibieron la noticia de que las antiguas vías darán paso a un inmenso jardín elevado.