Los autobuses de Vitrasa ya carecen de la máquina que validaba las tarjetas verdes. Ahora ya no es necesario chequear la misma, basta con acercarla al lector de tarjetas instalado. Tampoco es necesario sacarla del bolso o cartera, de modo que las colas que se formaban para acceder al bus desaparecen. Así lo reconocía ayer uno de los chóferes del transporte público. "Las paradas se hacen mucho más rápido, ya no hay que sacar la tarjeta, meterla en la máquina y esperar que la lea, ahora es instantáneo, acercarla y listo", afirmaba.

El conductor reconoce también que la gran mayoría de los usuarios de Vitrasa cuenta con esta forma de pago en detrimento del efectivo. Y es que las bonificaciones son muy diversas atendiendo al tipo de "PassVigo" con la que se cuente.

En el caso de contar con la tarjeta ciudadana (de las que se expidieron 82.724) el viaje costará 0,89 céntimos, con la social (900) serán 0,69, con la de estudiante (9.200) se paga 0,86, con la universitaria (5.700) son 0,67 céntimos mientras que con la de pensionista el viaje es gratuito.

Un "mismo precio" para todos

El alcalde Abel Caballero reiteró que el coste del viaje para todos los usuarios es "el mismo". "El precio del autobús es unitario, no hay diferencia con el lugar del empadronamiento; el precio es el mismo. La empresa recibe lo mismo por cada billete: 1,35 solo que a los vigueses su ayuntamiento les aporta 0,46 céntimos", recalcó Caballero.

Frente a las críticas de alcaldes del área y los anuncios de recurso ante la Valedora do Pobo, el alcalde insistió en que "hay otras muchas ciudades" que ofrecen descuentos solo a sus vecinos como urbes Sevilla, Zaragoza, Málaga, Bilbao o Alicante.