Baleària ha presentado una solicitud para optar a las ayudas económicas de la Unión Europea (denominadas fondos CEF -Connecting Europe Facility-) que tienen que ver con el uso de combustibles poco contaminantes. El proyecto de la compañía permitiría cambiar el motor de cinco ferrys de su flota y como añadido se contempla que uno de esos barcos sería asignado a poner en marcha la autopista del mar Gijón-Nantes (Francia), inoperativa desde 2014.

En su carta de intenciones presentada ante la UE, la armadora va de la mano de los puertos de Gijón y Nantes, la Autoridad Portuaria de Valencia y la empresa Gas Natural Fenosa y el respaldo implícito de Puertos del Estado, siempre que se ligaran las ayudas a esa reapertura de la línea marítima asturiana. Portavoces de la compañía matizan que "las ayudas por el uso del gas natural alcanzan como máximo un 20% de la inversión, que asciende a 12 millones por buque", de ahí que destacara igualmente que "esas ayudas serían insuficientes para poner en marcha la conexión marítima sin contar con otras subvenciones específicas para las autopistas del mar y destinadas a cubrir el déficit de los primeros cuatro o cinco años".

El plazo de solicitud a los fondos CEF concluyó el pasado vienres sin que se vayan a resolver antes del próximo mes de octubre, según estimaciones oficiales.