Aena se está pensando mucho las fechas de la próxima desconexión del sistema antiniebla de Peinador necesaria para instalar el nuevo, un proceso que la anterior vez, en la primavera de 2015, provocó la cancelación de más de medio centenar de vuelos con miles de pasajeros afectados. Adjudicado en 1.075.000 euros a la empresa Sea and Air Technology, para el montaje del mecanismo que sustituirá al actual se prevén ocho semanas, por lo que durante estos dos meses la terminal aérea viguesa operará sin ese mecanismo que guía a los aviones hacia la pista en condiciones de baja visibilidad. Desde el gestor aeroportuario confirmaron ayer que se trata de un "plazo máximo" sugiriendo que podría reducirse. Faltaría por determinar a partir de cuándo y si se hará en una o dos fases espaciadas en el tiempo, dos cuestiones que se decidirán en una reunión convocada para el 17 de abril entre la dirección de Peinador y la empresa adjudicataria. Hasta entonces solo se descarta el apagado del antiniebla en la época de mayor tráfico aéreo, es decir, julio, agosto y septiembre.
Con este planteamiento pocos meses quedan de margen para abordar una desconexión lo menos traumática posible para el sufrido pasajero de Peinador que ya el año pasado por una avería del ILS vio cómo en solo un día acabaron desapareciendo de la programación once vuelos. Esta es la principal preocupación de los responsables del aeropuerto vigués, solo que la certeza de la elección depende de un factor tan imprevisible como el meteorológico. De hecho, aunque internamente barajan como fecha más probable del apagado el próximo mes de mayo porque permitiría completar el proceso a la entrada de julio, pesa todavía el recuerdo del impacto sobre el usuario de la última desconexión practicada en la primavera de 2015 para que el sistema superase la certificación exigida por la normativa europea.
Tan convencida estaba entonces Aena de que el tiempo estaría de su parte que en el comunicado donde avanzó la decisión de dar de baja el ILS de Peinador entre el 28 de mayo y el 19 de junio de ese año, justificaba esta elección "porque estadísticamente son las que concentran el menor número de incidencias por baja visibilidad". Y de nuevo la naturaleza convirtió en papel mojado las cifras históricas. En esos dos meses de desconexión acabaron desviándose un total de 62 aviones y 6.000 pasajeros resultaron afectados, un caos como no se recordaba en el más de medio siglo de historia de Peinador.
Con estos precedentes se entiende la extrema cautela que preside la postura oficial de Aena al ser preguntada por este asunto. "Todavía no está nada decidido sobre la fecha de la desactivación ni si se hará en uno o dos plazos", subraya su portavoz en Galicia para añadir que de ningún modo se efectuará en los meses de mayor demanda, en referencia al verano. Se remite al resultado de la mencionada reunión que se celebrará en Peinador el próximo 17 de abril "donde se analizarán las dos opciones que podrían tener más éxito" en el sentido, explica, de que ocasione el menor perjuicio a los usuarios.
Cabe una tercera posibilidad o "intermedia", según fuentes del aeropuerto vigués. Que arranque la instalación con la idea de concluirla en las ocho semanas y suspenderla en caso de un empeoramiento del tiempo para completarla después de verano. Las mismas fuentes consultadas aseguran que entre esta opción y la planificada de antemano en dos fases presenta "el mismo inconveniente" : la necesidad de repetir los vuelos de calibración para que el sistema a sustituir pueda emplearse de forma provisional. De todos modos, de optar por ejecutar el proceso en plazos separados el antiniebla funcionaría en una categoría inferior a la II/III, la nomenclatura que refiere uno de los niveles de mayor perfección en las indicaciones que ofrecen estos sistemas a los aviones en condiciones de baja visibilidad.
