La falta de médicos de familia para cubrir vacantes, bajas y vacaciones está poniendo en apuros a la Consellería de Sanidade. Tanto es así que, en Vigo, ha dejado de cubrir las descansos estivales en los centros de salud y reserva a los sustitutos para las guardias en las urgencias extrahospitalarias. Una de las medidas por las que apuesta la Administración para resolver esta situación es la preparación de más facultativos. Sin embargo, de las 24 plazas MIR acreditadas por el Ministerio de Sanidad para formarse en los centros de salud del área, no se ofertan todas. Este año, se renuncia a dos y, en cada uno de los tres anteriores, a cuatro.

¿Por qué se rehúsa a formar a 14 médicos de familia en cuatro años en el área sanitaria viguesa cuando se busca disponer de más profesionales? No hay facultativos que puedan o quieran hacer de tutores. Sanidade explica que, con carácter general, estas plazas se han visto afectadas "por jubilaciones y otros problemas". Hay que tener en cuenta que, además, un doctor no debería aceptar un alumno a su cargo en los últimos cuatro años antes de retirarse, los mismos que dura la residencia. Desde la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec) y el sindicato Cesm apuntan también a las agendas saturadas y la falta de incentivos de cualquier tipo a la docencia como principales motivos de que otros tomen el relevo.

Es el Ministerio de Sanidad el que acredita a un hospital o a los centros de salud de un área sanitaria -a petición de estos- a formar a un número determinado de profesionales en función de su capacidad docente. La mide por parámetros como el volumen de población que atiende o la dimensión de la plantilla. Cada año, de esas plazas acreditadas, oferta una parte o todas a los recién titulados que inician su formación especializada. En Galicia, la que decide cuántas salen es la Dirección de Docencia de Investigación. Lo hace según la previsión de las necesidades futuras de profesionales en cada servicio.

En Medicina de Familia no cabe duda de que se necesitan más. De hecho, Sanidade ha solicitado que se acrediten más plazas. Pero al escasear los tutores, de las 110 actualmente concedidas en Galicia, no puede ofertar 12. El año pasado fue peor; renunció a 18. La Consellería informa que ha solicitado "al Ministerio que agilice los trámites para la autorización de nuevos dispositivos docentes que permitirán cubrir la mayor parte".

El área viguesa, hasta 2013 -incluido-, tenía acreditadas 20 plazas MIR Familia. Ese año, se ofertaron todas a los recién licenciados. En 2014, Sanidad le concedió cuatro más, pero durante tres años no pudo ponerlas a disposición de los residentes. Este año, sacará dos más, hasta 22, pero aún debe renunciar a otras dos.

Uno de los problemas que ve el presidente de Agamfec, Jesús Sueiro, es que las plazas MIR suelen estar en centros de las grandes ciudades, los más demandados. Como la antigüedad es lo que más prima en los concursos de traslados, son también los que tienen un personal con mayor edad media. Percibe que estos tienen "mucha experiencia, pero menos ganas de formar" y la docencia es una tarea voluntaria que carece de incentivos económicos o de otro tipo. Le pide a la Administración "que haga algo por favorecer que vayan a los centros docentes profesionales que quieran ser tutores". Manuel Nieto, médico de familia en la Calle Cuba y representante de Cesm, señala que "los tutores no están bien tratados". "Con agendas de más de 60 pacientes en una mañana" y sin contraprestación de ningún tipo, son pocos los que se animas en Primaria.

Jesús Sueiro - Pte. de la Asociación Galega de Medicina de Familia

"Pedimos a la Xunta que favorezca que vayan a los centros docentes gente que quiera ser tutor"

Manuel Nieto - Médico de familia y representante de CESM

"Con más de 60 pacientes al día y sin contraprestación, pocos quieren asumir la docencia"