La modificación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) redactada por los arquitectos elegidos para la rehabilitación de La Panificadora recibe luz verde de la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático. La evaluación simplificada no prevé afecciones ambientales significativas en el proyecto diseñado por Jorge Salgado Cortizas y Celso López Martín aunque realiza dos recomendaciones para mejorar la movilidad en el entorno y favorecer la integración paisajística del proyecto. Los técnicos autonómicos apuntan a que los nuevos equipamientos previstos en el inmueble de la calle Falperra generarán nuevos flujos de tráfico y que es "aconsejable" resolver la dotación de plazas públicas dentro de la parcela de actuación aunque se cuente con aprovechar la proximidad del parking subterráneo de Praza do Rei. Por otra parte, el documento presentado ayer en Vigo por el delegado de la Xunta, Ignacio López-Chaves, también recomienda que se respete la estructura urbana, parcelaria y edificatoria de la calle Santiago, donde hay dos viviendas incorporadas al ámbito de La Panificadora.

Desde el punto de vista paisajístico, la Xunta concluye que la ordenación propuesta "mejora la ordenación vigente, abre nuevos espacios libres, mejora la conectividad peatonal con los ámbitos limítrofes y la calidad estética". Otro punto fuerte que se reconoce con esta modificación del plan es la firme voluntad de preservar el edificio de la antigua factoría.

Este informe ambiental se emite tras un periodo de dos meses de exposición pública por parte de la Consellería de Medio Ambiente en el que se recibió una alegación particular criticando la ausencia de un estudio económico-financiero que justifique la capacidad de las administraciones involucradas para la obtención del suelo cuya alteración se pretende.

El proyecto elegido mediante concurso por el Concello y la Zona Franca para llevar adelante la rehabilitación del inmueble fija su recuperación en 20 millones de euros y establece un plazo de cinco años para lograrlo. El reparto inicial de costes establece que un 39,27% sería asumido por las arcas municipales y un 60,73% recaería sobre el Consorcio estatal. Está pendiente la obtención del suelo, un asunto complejo al reducirse a cero los usos residenciales previstos en el convenio firmado en 1988 por Promociones Montelouro SA y el ayuntamiento y revisado en 2003. De aquellos 21.950 m2 para viviendas en bloques de ocho plantas se avanza hacia un modelo de gestión pública, sin uso residencial alguno, y con espacio para una biblioteca, zonas de coworking, emprendedores, oficinas, un centro de innovación gastronómica, locales de ensayo, un gimnasio y una cafetería en la parte alta del edificio para aprovechar las vista.