El Lazarillo, el Premio Nacional de Literatura, el premio Merlín... Se le acumulan los reconocimientos a la escritora Ledicia Costas, pero la viguesa reconoce la importancia y el honor del Vigués Distinguido.

-¿Quizá sea éste uno de los premios más especiales que ha recibido?

-Sin duda, la noticia la recibí con sorpresa y con mucho orgullo, significa poner en valor la lectura infantil y los autores y autoras siempre estamos peleando por demostrar que hacemos una literatura de primera categoría.

-¿Qué aspectos recoge de Vigo para plasmarlo en tus obras?

-Tengo una novela, "Jules Verne e a vida secreta das mulleres pranta" en la que homenajeo a la ciudad y recreo una de las visitas de Verne a Vigo, la segunda exactamente. Para mí Vigo es una ciudad absolutamente universal. Además, tiene otras características que permite que sea muy cómodo ambientar las novelas.

-¿Porque la conoce o porque le inspira?

-Por ambas; porque la conozco, porque es una ciudad de industria, de mar donde confluyen muchas historias escondidas, a poco que escarbes o saques una piedra, encuentras historia. Es como si los muros y las paredes escondan secretos. Es muy fácil construir ficción, cuando escribo una novela Vigo siempre está presente, siempre está en mi cabeza.

-¿Qué tiene la literatura infantil que la hace tan especial para usted?

-Primero que está formando a nivel intelectual lectores para el futuro. Ahí es cuando se enganchan, si no será muy difícil. Detrás de grandes lectores y lectoras adultos casi siempre se esconde una persona que de niña fue muy lectora. También te digo que es un público muy crítico. Se atreven con todo, son completamente transparentes. Muchos adultos por esto de ser políticamente correctos jamás se atreverían a decirte ciertas cosas. También el nivel de autoexigencia tiene que ser muy alto, a poco que bajes el listón ellos estarán ahí.

-Los escritores siguen luchando por tratar de normalizar el gallego, y más concretamente en Galicia.

-La situación está entre regular y mal. Lo que se va palpando es que se están perdiendo "galegofalantes" a pasos agigantados, sobre todo en las grandes ciudades. Incluso hay niños a los que le cuesta construir una frase. Yo fui escolarizada íntegramente en gallego, ahora se dan menos asignaturas y también se habla menos en las casas. Si tus padres o abuelos no te hablan gallego terminarás percibiéndolo como raro.

-¿A qué aspira Ledicia Costas en los próximos años?

-Estoy trabajando en dos aspectos, por un lado una novela para adultos que espero terminar en breve y luego en traducciones de literatura infantil y juvenil en gallego al coreano, búlgaro e italiano; ésta es mi aspiración.