A pesar de que las dos estaciones de ferrocarril de Vigo, la de Guixar y Urzáiz, están situadas en pleno casco urbano, el tráfico ferroviario no supone un problema de contaminación acústica. El Mapa de Ruido elaborado por encargo del Concello muestra que la inmensa mayoría de los vigueses apenas "oye" la actividad de los trenes. Para el 99,81% el vaivén de los vagones genera menos de 50 dB, que es, por ejemplo, el ruido máximo que se recomienda por las noches en lugares que tienen cerca hospitales.

El restante 0,19% representa a 400 vecinos que soportan niveles de ruido comprendidos entre los 50 y 60 decibelios, que no son volúmenes que excedan lo contemplado en la normativa. 60 dB es, de hecho, el tope máximo recomendable para zonas en las que hay colegios, espacios culturales o centros de salud y hospitales. A esa baja incidencia contribuye que el nuevo trazado del Eje Atlántico entre en Vigo de forma soterrada, no en superficie.